La concejala de Viviendas Municipales, Ángela Mena, aseguró el lunes a los vecinos de la barriada de La Candelaria que la partida presupuestaria para reconstruir sus viviendas está disponible, pero que estas obras no se podrán iniciar hasta que se apruebe el Plan General de Ordenación (PGO).

Según explicó el presidente de la asociación de vecinos Azorín, José Ramón del Olmo, la edil detalló que se dispone de los 12,5 millones necesarios para rehabilitar estas obras desde hace varios años, en virtud de un acuerdo que se firmó años atrás con el Estado. Mena afirmó que se empezaría el proyecto este año, apostilló del Olmo.

Esta reunión informativa sirvió, sobre todo, para tranquilizar a los vecinos recordándoles datos tales como que el 10% del total de la obra lo tienen que poner los vecinos, pero que se estudiará caso por caso las posibilidades de cada uno para hacerlo a través de créditos a bajo interés.

También les aseguró que se hará un proyecto participativo, en el que se contará con el parecer de los vecinos y que, por supuesto, la ubicación de los nuevos bloques sería en el mismo sitio.

José Ramón del Olmo explicó que han solicitado al ayuntamiento que se haga un estudio del estado de cada vivienda, con el fin de tratar de buscar una alternativa a la aprobación del PGO si volviera a retrasarse su aprobación.

Si se pudiera certificar que existe peligro de desprendimiento o que algunas viviendas están en estado de ruina, tal vez se podría acelerar el inicio de unas obras que debían de haber comenzado entre enero y febrero de 2010.

La barriada de La Candelaria está formada por 115 viviendas de 36 metros construidas en los años 50 del siglo XX. A pesar de su reducido espacio, estos pisos estaban destinados a familias numerosas.

En la actualidad, la mayoría de los propietarios de las viviendas evitan hacer grandes desembolsos en obras o en muebles esperando por las casas nuevas que no terminan de llegar.

Los inmuebles en los que EL DÍA entró hace una semana, aunque se mantuvieran en buen estado por sus dueños, tenían un intenso olor a humedad y la mayoría de los propietarios, de hecho, han manifestado tener algún problema en ese sentido.

La barriada de La Candelaria forma parte de un Área de Reposición Urbana (ARU), un plan financiado entre el Estado, Gobierno de Canarias, Cabildo y Ayuntamiento de Santa Cruz.

Las obras requieren un desembolso de 12,5 millones de euros, de los que el 36% (4,6 millones), los aportará el Estado. El 30% (3,7 millones) corresponde al Ejecutivo regional, el Cabildo aportaría el 9,61% (1,2 millones), la misma cifra el Ayuntamiento santacrucero, y el 13,8% restante, los vecinos (1,7 millones).