"Desde el 2008 el Ayuntamiento de Guía de Isora ha invertido más de 268.000 euros para garantizar el correcto funcionamiento de las estaciones de bombeo de aguas residuales y pluviales y minimizar los efectos negativos de las mismas, como son los malos olores que se producen esporádicamente al registrarse averías o cortes energéticos", según el edil de Servicios Municipales, Bruno Domínguez.

"No es un problema de fácil solución, pero seguimos trabajando para ello, tanto con la realización de obras de mantenimiento como con la adquisición de nuevos equipos", explica.

"Otra de las medidas de prevención son los controles continuos en las emisiones de aguas residuales por parte de técnicos de la Universidad de La Laguna. Sin embargo, tanto en la estación de impulsión de Playa San Juan, como en otras, es inevitable que a veces se produzcan averías o cortes energéticos y ocurran temporalmente problemas de malos olores a los que se da solución en el menor tiempo posible", expresa el edil.

Resalta que "hace años tendría que haberse buscado una ubicación diferente a dicha estación de impulsión de aguas negras, que cuando gobernó CC decidió instalarla en la avenida principal de Playa San Juan".

El concejal considera que "fue un error de los nacionalistas, pero hay que asumirlo y buscar alternativas".