El Museo de Arte Contemporáneo de Santa Cruz de La Palma, finalizado hace ya siete años y que todavía no se ha inaugurado, no reúne las condiciones necesarias para garantizar la conservación de las obras que se pretenda exponer, después de adquirir e instalar un sistema de aire acondicionado que en absoluto responde a las necesidades de una instalación de este tipo.

La situación de la instalación fue debatida en la última sesión plenaria. El concejal Alejandro Hernández, de Coalición Canaria, se interesó por "el trabajo que está realizando una empresa de fuera" de la Isla en el aire acondicionado del museo y por las razones de tal intervención. El responsable de Cultura, el popular Zacarías Gómez, explicó que "la máquina del aire", ubicada en la azotea del edificio, "no se encuentra en buenas condiciones por el tiempo transcurrido sin darle uso. No sabemos si costará más arreglarla que comprar un motor nuevo". En este punto, tomó la palabra el portavoz de CC, el exalcalde Juan Ramón Felipe, para advertir de que "el problema es que hay un informe del director del museo en el que se deja claro que allí no se puede garantizar la conservación de ningún cuadro u obra de arte que se exponga".

Tras el pleno, Gómez explicó a EL DÍA que "estamos evaluando las condiciones en las que se encuentra una instalación que lleva más de siete años cerrada. Presenta deterioros para su falta de uso", advirtiendo de que "una maquinaría que lleva años a la intemperie y sin utilizarse se deteriora".

Picar todo el inmueble

Pese a las afirmaciones realizadas en la sesión plenaria, otras fuentes informaron a esta redacción que "la maquinaria que está en la azotea está protegida, igual que ocurre en otros edificios, y funciona correctamente". El problema radica en que "no reúne las condiciones para el inmueble en el que se instaló. Un museo de arte contemporáneo necesita de un control de humedad y temperatura que es imposible alcanzar con la instalación que se puso. Si fuera para otra cosa estaría bien, pero para un museo nunca en la vida. Se gastaron miles de euros en algo que no sirve para ese edificio".

Para que el museo de arte contemporáneo pueda garantizar el mantenimiento de las obras que allí se expongan "hay que picar las paredes de todas las salas del edificio y colocar una nueva instalación. No hay más remedio", tal y como se contempla en un informe realizado por una empresa de La Palma especialista en la materia, que calculó en unos 50.000 euros el trabajo a realizar.