1.- Radio Macuto -una de las pocas emisoras que quedan en el dial- me trae algunos datos, que no he confirmado, sobre el interés de por Marruecos; interés repentino, compulsivo y nervioso. Hasta el punto -el ya dicho interés- que se viste con el atuendo saharaui, recomienda invertir en El Aaiún y hay rumores de que tiene mucho afán por ciertas instalaciones sanitarias en aquel país -él sabrá por qué-, cuando no ha sido capaz de abrir los hospitales del norte y del sur de Tenerife. Ando yo con la mosca en la oreja, así que estoy investigando qué intereses son ésos porque la cosa me viene de allí mismo, de El Aaiún, donde tengo ciertos conocimientos, que dice el mago. No es normal que este hombre viaje tantas veces a África en busca de inversiones, dice él que para los empresarios canarios, si están casi todos arruinados y donde deben meter sus perras, los que puedan hacerlo, es en la depauperada Canarias. Y eso.

2.- Pero, claro, cualquiera invierte aquí con la barahúnda de leyes disparatadas que hay que cumplir, tantas veces contradictorias. Y, encima, prorrogan la moratoria turística que le llaman. Y no hay una directriz clara sobre el territorio. Y nadie resuelve el caos de Costas, que todo lo prohíbe. Ni es capaz de comprender nadie que las Islas tienen tres círculos diferenciados: la costa, que es turística; las medianías, que son del mago (y que, por ende, están destrozadas); y la corona forestal, que debe ser (y es realmente) intocable. ¿Para qué más leyes y más machangadas que lo enmarañan todo y espantan a los inversores potenciales?

3.- Aquí lo que pasa es que hay que dar trabajo a los parlamentarios ociosos, desde los primeros tiempos de la autonomía. Y se dedicaron a crear normas tan absurdas como la existencia del órgano legislativo canario. Y legislaron demasiado, porque había que aparentar que se trabajaba. Y han convertido a las Islas en un infierno. Y no hay derecho. Y no salimos de esa maraña. Y como nadie quiere invertir aquí, a don le da por irse a Marruecos y recomendar a los que todavía pueden que dejen su dinero allí. ¿Dónde, en un hospital de El Aaiún? A la gente se le escapan las cosas y los comentarios que andan por ahí no dejan bien a quienes mandan en Canarias. Al menos, a unos cuantos. ¿Cuándo aprenderán? Y perdón, hoy, por no ser explícito. Necesito datos y los estoy buscando.

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