Las declaraciones de la semana pasada del señor Beteta, secretario general de Administraciones Públicas, son otra ofensa más a los funcionarios públicos diciendo que se olviden del cafelito y de leer el periódico, generalizando como si fueran unos holgazanes. Otra falta de respeto más a los funcionarios públicos que es aplaudida por parte de una opinión pública desinformada. Había que recordarle al señor Beteta la precariedad con que trabajan muchos de esos funcionarios que intenta descalificar, y que pocas veces salen en los medios de comunicación agresiones y vejaciones a funcionarios públicos en el ejercicio de su función, y que son los verdaderos pilares del Estado, artífices de la paz social del Estado de derecho. Y estoy seguro de que muchos de esos cafelitos ni siquiera se los pueden tomar en su tiempo reglamentario de desayuno.

Había que recordarle al señor Beteta la precariedad de la Policía, que hace que se sienta impotente y frustrada con los medios de los que dispone. También debería tener en cuenta el señor Beteta que en muchos centros penitenciarios hay módulos de cerca de doscientas personas que son controlados por dos funcionarios, por no recordarle al secretario de Estado una Administración de Justicia que se encuentra exhausta y desbordada de trabajo, que trabaja a destajo con una carga psicológica que muchas veces pone en peligro la salud de sus funcionarios.

La mayor parte de los funcionarios son un poco más de mileuristas y sería bueno comunicar a la opinión pública que hay que luchar por que el trabajo sea estable para todos los ciudadanos del Estado del bienestar y no estigmatizar a los funcionarios por su estabilidad en el trabajo. Suecia y Noruega tienen más de un 30 por ciento de funcionarios que España y son ejemplo a seguir del verdadero Estado del bienestar; las prestaciones sociales hacen que sea un auténtico Estado social de derecho, donde el ciudadano se encuentra protegido y con solo un 2 por ciento de parados.

La Constitución dice que el Rey es el símbolo de la permanencia del Estado, pero la verdadera permanencia del Estado está en la Función Pública, y unos funcionarios con un sistema de oposiciones limpio, abierto a cualquier ciudadano, hace que sean independientes en sus puestos de trabajo del poder político de turno. Hay Estados con funcionarios mal pagados y dependientes del poder político, como Venezuela, México, Colombia, Haití, etc.; y Estados, como Suecia o Noruega, ejemplos de función pública. Somos nosotros los que debemos decidir qué futuro queremos para nosotros y nuestros hijos.

Jesús Alberto Reyes C.

(Santa Cruz de Tenerife)

Repsol-YPF, nacionalizada

A pesar de las amenazas del Gobierno de Madrid diciendo que sería considerado un "acto de guerra", la presidenta de Argentina -por decreto- acaba de nacionalizar las acciones mayoritarias de Repsol en YPF Argentina (57,43%). Esto confirma lo que vengo diciendo: que España es hoy en día un país periférico -dentro de la UE- y no tiene poder ni influencia dentro de la comunidad internacional.

Un representante del Gobierno argentino se personó en la sede de YPF Argentina y dio órdenes a todos los directores con nacionalidad española para que abandonaran el edificio, teniendo prohibido volver a entrar en sus oficinas. Dicen que sus pertenencias se las entregarán en una "bolsa" después de ser "analizadas". Por cierto, al parecer, en un acto de desesperación, el señor Rajoy inicia un viaje a América en busca de apoyos diplomáticos contra Argentina. Los países de la región van a cerrar filas contra España, pues la era del colonialismo español en América se terminó. La presidenta de Argentina acusa a Repsol de "vaciar" YPF Argentina. La presidenta manifestó que Repsol "invirtió 8.813 millones de dólares entre 1999 y 2011, período en el que obtuvo ganancias netas por 16.450 millones de dólares, de los que repartió 13.246 entre sus accionistas". Repsol es hoy en día una empresa en la bancarrota, al igual que España, y por esta razón ahora quiere buscar "oro negro" en África.

Mohamed Boular