Rubén Rosquete guarda en su memoria, como uno de los partidos más felices de su carrera, el que supuso la última visita del Real Oviedo a Tenerife; la vez que el equipo asturiano se enfrentó al filial del CD Tenerife en el CIAT de Tíncer, coincidiendo con la vigésimo octava jornada de la Liga 2009/2010 en Segunda División B.

Aquella mañana del 7 de marzo de hace dos años, el delantero anotó el único gol del encuentro, logrando de esta manera tres puntos valiosos para un Tenerife B que al final del curso terminó descendiendo y, además, desnivelando el duelo frente al adversario de mayor prestigio de la categoría.

Casi veintidós meses después, la vuelta del Oviedo a la Isla, en esta ocasión para medirse al primer equipo tinerfeño y visitar el Heliodoro Rodríguez López, sirve de excusa para rescatar los recuerdos del goleador icodense. "Fue un encuentro bonito. Ganamos 1-0. Cada uno competía por un objetivo distinto; nosotros por la permanencia y ellos por clasificarse para la fase de ascenso. Por suerte marqué un gol y el equipo se impuso a uno de los rivales más difíciles", comenta Rubén, que no ha olvidado la jugada que terminó con su certero remate ante la portería defendida por Oinatz Aulestia, ahora guardameta del Cádiz. "Fue un pase en profundidad de Julio de Dios a Airam Cabrera. Él controla, da una asistencia hacia atrás y yo vengo desde la segunda línea y empujo el balón", rememora.

"Éramos jóvenes e inexpertos en la categoría, y ver a un equipo como el Oviedo en nuestro campo fue un gran aliciente para ir a por los tres puntos", cuenta Rosquete al revivir unas sensaciones comparables a las que comparten casi todos los equipos que se han enfrentado este curso al Tenerife.

Pero Rubén advierte que "ahora la historia es diferente". Sabe que el representativo "tendrá encarrilado" su pase para los "play-off" si es capaz de ganar. "Por eso habrá que salir al campo a dar más del cien por cien", reconoce el de Icod.