La junta de gobierno del Consejo Insular de Aguas analizó en su última reunión la preocupante sequía que sufre la Isla y las necesidades hídricas para el verano, con el correspondiente aumento de la demanda, valorando el nivel de reservas existente en los embalses y estableciendo un protocolo de medidas a corto y medio plazo para tratar de garantizar el riego durante el período estival.

El volumen de llenado de las balsas de La Palma, tal y como recoge el informe técnico expuesto en este encuentro, alcanza una media del 77%. Los embalses del Norte, como es lógico, registran una mejor situación: Adeyahamen, Bediesta y Los Galguitos se encuentran al 98 por ciento de su capacidad, mientras que Las Lomadas está al 90%. Entre los cuatro, ubicados en San Andrés y Sauces, hay en reserva 735.000 metros cúbicos de agua, a los que se suman otros 182.400 en La Laguna de Barlovento, que se utilizará pese a tener una avería. En parecidas circunstancias se encuentra el embalse Manuel Remón de Puntallana, al 90 por ciento de llenado.

Más preocupación hay en la vertiente Oeste, donde la demanda es mayor. La balsa de Cuatro Caminos, en Los Llanos de Aridane, está al 85%, pero Dos Pinos, la más importante por su capacidad del Valle, apenas alcanza el 63%, con 252.000 metros cúbicos. La misma incertidumbre existe con el embalse de Puntagorda, al 62%; y Montaña del Arco, al 60 por ciento, ambas ubicada en la misma localidad, con apenas 130.000 metros cúbicos de reserva para un verano que se presenta complicado para la agricultura si no llueve durante el último fin de semana de abril y en los meses de mayo y junio.

Ante la situación actual, la junta de gobierno del Consejo Insular de Aguas debatió y aprobó una serie de medidas. En este sentido, se acordó aumentar la capacidad de transporte de la conexión Laguna de Barlovento-Canal General LP-II para llevar agua a las zonas de La Palma donde la sequía puede hacer más daño, mediante la instalación de un equipo de bombeo que permita un incremento del 40 por ciento del caudal actual, alcanzando aproximadamente las 350 pipas a la hora. Además, se llevará a cabo un estudio con la colaboración de la Consejería de Agricultura para adecuar el riego a la demanda hídrica de cada cultivo, de manera que se puedan reducir las dosis y, por consiguiente, el tiempo de riego.

El Consejo dio su visto bueno también al apoyo y seguimiento de las extracciones de los pozos, con el objeto de evaluar la evolución del acuífero, instando a los titulares de estas captaciones a la colaboración con los agricultores, así como formar una comisión para el seguimiento permanente de la situación de sequía, en la que están representados los titulares de agua, los cosecheros y Aguas, entre otras medidas a corto plazo para tratar de que el agua existente pueda ser suficiente para todo el verano.