Las dos organizaciones sindicales mayoritarias en la provincia dentro de los sectores de la sanidad y la educación -Cemsatse y ANPE, respectivamente- presentaron un panorama sombrío del porvenir que espera a los servicios públicos en Canarias tras los recortes anunciados por los gobiernos central y regional. Pero su comparecencia ante los medios de comunicación no solo incluyó previsiones, sino también ejemplos de la realidad que se vive en los sistemas de salud y enseñanza tras las reducciones presupuestarias que han ido acumulándose en los últimos años.

Según los sanitarios, "ya se han detectado en algunos centros carencias de material", al tiempo que, precisaron, "los plazos para reponerlo son cada vez mayores". Para refrendar esta denuncia, Cemsatse se refirió a que en determinados centros se ha llegado a agotar el algodón, lo que ha obligado al personal a sacarlo de pañales y a arreglarse de esta forma hasta que se reciben los envíos.

"Los recortes están desmantelando la sanidad pública en Canarias. No se trata de un problema laboral, como algunos sectores políticos quieren hacer ver, sino de un grave problema de calidad asistencial. Las medidas adoptadas carecen de sentido y van a provocar, entre otras consecuencias, que se saturen los servicios de urgencias y que las listas de espera continúan aumentando", vaticinó este sindicato.

Para contribuir a racionalizar los recursos, Cemsatse propuso, entre otras medidas, revisar el número de centros de salud, ya que hay algunos situados a menos de cinco minutos uno de otro.

En cuanto a la educación, los representantes de los trabajadores rechazaron las últimas medidas urgentes de racionalización del gasto educativo en el ámbito no universitario. "Además de incidir negativamente en las actuales carencias de nuestra escuela pública, condicionarán sin duda cualquier actuación reformista que emprenda el Gobierno para la mejora de nuestro deficiente sistema educativo", señaló ANPE.

El "tijeretazo" introducido en los presupuestos puede condenar a la sociedad canaria a "bajar a segunda división" en prestaciones básicas, "precisamente aquellas que persiguen ofrecer unos servicios de calidad a toda la ciudadanía, independientemente de su extracción social y posibilidades económicas".

En cuanto a las reducciones en los salarios de los empleados públicos, esta federación sindical entiende que "demuestra la poca imaginación presupuestaria" del Gobierno y solo servirá para "profundizar aún más en la crisis económica" al limitar la capacidad de gasto y consumo de la sociedad de las Islas.

La falta de diálogo que, a juicio de Cemsatse y ANPE, ha caracterizado la adopción de estas medidas por parte de las administraciones estatal y canaria supone que sea "imposible sentirse copartícipe" de ellas, de forma que estas organizaciones advierten de que no permitirán que se pretenda obtener su "comprensión o silencio", pese a que están dispuestas a "asumir solidariamente" su cuota de responsabilidad.

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