Ante la noticia dada por este periódico de que sólo tres de las nueve iglesias del casco histórico disponen de detectores contraincendios, y preguntarle al presidente del Consorcio de Bomberos y director insular de Seguridad, Carlos González Segura, qué se ha hecho al respecto, informó de que "no se ha dado ningún paso pero se darán, y es mi ilusión que así sea, aunque es una responsabilidad que deben afrontar todas las administraciones".

Estas declaraciones las hizo con motivo de su asistencia ayer, en el exconvento de Santo Domingo de La Laguna, al seminario sobre prevención e intervención de incendios en ciudades Patrimonio de la Humanidad.

Carlos González Segura dio a conocer su interés, con el citado seminario y otras actividades y acciones, de mejorar las técnicas en materia de seguridad y que "es necesario detectar los errores cometidos para mejorar las intervenciones de cara al futuro".

Señaló que "el riesgo cero no existe y que la seguridad al 100% es imposible, aunque nuestra responsabilidad es reducir al mínimo las consecuencias del riesgo que padecemos. Si miramos hacia atrás, tenemos que estar satisfechos de las mejoras conseguidas en protección del patrimonio como puede ser el caso del Archivo Diocesano, con unos documentos en peligro en el pasado y perfectamente asegurada su conservación en el presente".

Segura dio a conocer que se está trabajando en la elaboración de fichas del estado en que se encuentra el patrimonio de cara a su protección. "No tenemos medios -precisó- para detectar incendios en la mayoría de los templos del casco histórico, pero ello no quiere decir que estén desprotegidos porque disponemos de un importante cuerpo de profesionales para su defensa, es decir, para hacer frente a un incendio en un determinado edificio del patrimonio histórico de La Laguna".

Beneficio del detector

José Antonio Valbuena, consejero Insular del Área de Cooperación Municipal, Vivienda y Seguridad, presente también en el seminario, destacó que "la pérdida que origina un incendio si lo comparamos con lo que cuesta dotar a los edificios patrimoniales de detectores contraincendios, no tiene ningún tipo de cooperación", por lo que se mostró partidario de dotar a las iglesias y conventos del casco histórico lagunero de dichos aparatos para detectar el comienzo de un incendio.

Señaló que ya cuando era concejal del Ayuntamiento de La Laguna "nos preocupaba la mejora del servicio de bomberos, la accesibilidad en las calles o la colocación de hidrantes, pero también que los edificios históricos contarán con dispositivos para detectar un incendio".

En dicho sentido habló del plan de salvaguarda que se está haciendo de bienes muebles, visitando iglesias y edificios públicos para ver cuáles son los defectos que presentan y mejorar los medios de protección de detección y extinción de incendios.

Valbuena precisó que "es más fácil evitar que se produzca un incendio dentro de un inmueble histórico que esperar que los bomberos lo apaguen una vez declarado". Por ello, añadió que es necesario que las administraciones públicas y privadas trabajen juntas para dotar a los edificios más emblemáticos del casco histórico de medidas de detección de incendios. Dio a conocer que esa misión corresponde al Ayuntamiento de La Laguna, al Obispado y al Cabildo de Tenerife para hacer más seguros los inmuebles históricos, por entender que "no solo son un beneficio para los ciudadanos sino también para los turistas que nos visitan y desean disfrutar de los mismos".

Recordamos que los templos del Cristo, San Juan, San Roque, San Benito y San Lázaro y el convento de Santa Catalina están en situación de peligro, ante un conato de incendio, por no contar con detectores de humos y fuego que emitan la señal de alarma correspondiente para que actúen los bomberos. Solo La Concepción, Santo Domingo y el convento de las Claras tienen detectores.

Cabe destacar que las iglesias de San Benito (1527) y la de San Juan (1582), que carecen de detectores contraincendios, son edificios declarados BIC y son muy visitadas por albergar, respectivamente, al patrón de los labradores y al copatrono de la ciudad.