El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguró ayer que no ha habido alternativa a la subida de impuestos por la herencia recibida de los socialistas, a los que tras reprocharles que no colaboren para superar las crisis, les ha pedido que, en vez de criticar las reformas, por lo menos, se callen.

Rajoy realizó una cerrada defensa de las reformas que está afrontando el Ejecutivo y las que va a seguir adoptando (ha anunciado que habrá más en la reunión del próximo Consejo de ministros) en la clausura del Congreso del PP de Madrid, en el que ha justificado sus medidas por ser "más positivas, necesarias y obligadas que nunca".

Su objetivo con su agenda reformista "sin parangón" es "reescribir" la historia de la prosperidad de España, algo que está convencido de que se va a lograr porque ha advertido en varias ocasiones de que el Gobierno "va en serio", va a continuar con su labor "ingente, gigantesca" y no va a parar hasta el final de la legislatura.

Dijo comprender que algunos medidas que no figuraban en el programa del PP no gusten a los españoles, pero dice que considera que son totalmente necesarias.

Es el caso de las subidas de impuestos. "Hemos subido el impuesto a la renta por dos años. Intentaremos no tener que volver a hacer estas cosas en el futuro, pero es que no quedaba otra alternativa", precisó sin referirse explícitamente en ningún momento a la subida del IVA prevista para 2013. Rajoy reprochó al PSOE que ahora se oponga a todas las reformas.

"No entienden, o no quieren entender o no sé qué les pasa", apostilló antes de señalar que para salir de la crisis hay que hacer en muchas ocasiones "exactamente lo contrario" que los socialistas.

También lamentó la actitud del PSOE al recordar que el déficit de España en 2011 fue finalmente de un 8,5 por ciento en vez del 6 anunciado por el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, y que a los dirigentes de ese partido no les parezcan bien las medidas para corregir esa situación.

"Lo menos que podían hacer era callarse", señaló Rajoy, que lamentó que los socialistas no hayan apoyado la ley de estabilidad cuando pactaron con el PP la reforma de la Constitución.

El presidente del Gobierno entró en el debate existente en la actualidad en el seno de la Unión Europea entre políticas de crecimiento y de austeridad y ante el que la canciller alemana, Angela Merkel, anunció ayer que para el próximo Consejo Europeo se analizará una agenda de crecimiento para los socios comunitarios.