El Tesoro Público espera captar el jueves entre 1.500 y 2.500 millones de euros en bonos a tres años y obligaciones a cinco, en la primera subasta que celebra después de que la agencia de medición de riesgos Standard & Poor''s (S&P) rebajara la deuda soberana española.

El pasado jueves, S&P rebajó dos escalones la deuda soberana española hasta situarla en "BBB" o aprobado alto, con perspectiva negativa, por el deterioro de la trayectoria del déficit presupuestario del país y el aumento de las probabilidades de que el Gobierno necesite proveer de mayores ayudas fiscales al sector bancario.

A la deuda soberana le seguían hoy cerca de una docena de entidades financieras, a las que la agencia recortaba la calificación y situaba en perspectiva negativa para posteriores rebajas.

Las últimas emisiones de deuda del Tesoro español se saldaban con pequeñas subidas de la rentabilidad y una extraordinaria acogida por parte de las entidades, lo que permitía al Ministerio de Economía sacar pecho y recordar que España tiene en la actualidad cubiertas en torno al 50 % de las necesidades de liquidez para el ejercicio.

Ello pese a que el Banco Central Europeo (BCE) lleva siete semanas sin comprar deuda soberana española.

En las últimas semanas, las presiones sobre el mercado de deuda se dirigían hacia otros países, por la incertidumbre que provoca el resultado de las elecciones presidenciales francesas y el vacío de gobierno en Holanda.

Además, Portugal volvía a acaparar titulares sobre un posible nuevo rescate y Grecia convocaba elecciones el 6 de mayo.

Todo ello permitía a la prima de riesgo de España, que muestra el sobrecoste que los inversores exigen por la compra de deuda soberana española, mantenerse en niveles altos pero razonables, ligeramente por encima de 400 puntos básicos.