La investigadora italiana Marzia Boi ha informado hoy en Valencia de su hallazgo en la Sábana Santa de restos de ungüentos y flores utilizados en ritos funerarios de hace dos mil años.

Según un comunicado del Arzobispado de Valencia, los restos de polen que se encuentran en la Sábana Santa de Turín no se corresponden solo con los que se han ido depositando fortuitamente en la tela a los largo de la historia, como se pensaba hasta ahora.

La investigadora italiana ha detectado también ungüentos y flores que se utilizaban para ritos funerarios hace dos mil años, ha asegurado en el Congreso Internacional de la Sábana Santa que se celebra en Valencia.

El trabajo de Boi se suma a los otros estudios presentados en este simposio, que hacen "compatible" que el cuerpo amortajado con la Síndone pudo ser el de Jesucristo.

En su ponencia, Boi, que trabaja en el laboratorio de Botánica del departamento de Biología de la Universidad de las Islas Baleares, ha argumentado también que en el Evangelio se describe que la sepultura de Jesús se realizó con honores de reyes, lo que implicaba la preparación del cadáver con bálsamos y aceites.

Al analizar el microscopio las fotos de los pólenes extraídos en anteriores investigaciones sobre la Sábana Santa, la investigadora ha identificado tipos de plantas que "según está documentado desde antiguo", eran comúnmente utilizadas para los enterramientos.

Entre ellas, en la Sábana Santa hay pólenes principalmente de Helichrysum, según su observación, así como láudano, terebinto, gálbano aromático o lentisco.

La identificación de esas plantas supone, según Boi, un dato más que "confirma" que "el hombre de la Síndone puede ser Jesús".

Con todo, la investigadora ha indicado que la revisión por parte de especialistas palinólogos de todos los "pólenes sindónicos ayudaría a identificarlos mejor".

Asimismo, ha reparado en que los aceites y ungüentos presentes en la Sábana la han protegido por ser potentes repelentes de insectos y hongos.