Al menos nueve personas murieron ayer y más de un centenar resultaron heridas por las explosiones de dos coches bomba conducidos por suicidas en la ciudad siria de Idleb (norte), según informó la televisión estatal siria.

Entre las víctimas hay tanto civiles como miembros de las fuerzas de seguridad del régimen, tras las dos explosiones que sacudieron con violencia la plaza Hananu y la calle Carlton, que son dos zonas residenciales de la ciudad.

La televisión mostró imágenes de gran devastación, con edificios derribados parcialmente y calles llenas de escombros y vehículos destrozados, lo que apunta a la gran potencia de las explosiones.

Por su parte, el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos informó de que al menos 20 personas, en su mayoría miembros de las fuerzas de seguridad, perdieron la vida como consecuencia de las explosiones en Idleb.

Un activista opositor en la ciudad argumentó que las explosiones tuvieron lugar apenas unos minutos después del alba, y una de ellas detonó a unos 200 metros del hotel donde se alojan dos miembros de la misión de observadores de la ONU desplegada para supervisar el supuesto alto el fuego acordado por las partes.

Del mismo modo, los medios estatales informaron del ataque con lanzagranadas contra la sede del Banco Central Sirio en Damasco, que sufrió daños leves en la fachada, y contra una patrulla policial, en la que cuatro agentes resultaron heridos.

En todos los casos, el régimen sirio acusó de las acciones a "grupos armados de terroristas", el término con el que se suele referir a los opositores que intentan derrocar al presidente, Bachar al Asad.

Estos sucesos tuvieron lugar un día después de la llegada a Damasco del nuevo jefe de la misión de supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS), el general noruego Robert Mood, para verificar el cumplimiento del plan de paz para este país.

Sobre el terreno hay ya desplegados quince observadores militares desarmados de la misión, y se espera que hoy llegue un grupo de 30, de los 300 que integrarán la UNSMIS.

El objetivo de la UNSMIS es comprobar el cumplimiento del plan de paz para Siria, vigente desde el 12 de abril, que estipula el fin de la violencia, la retirada de los tanques de las ciudades, la liberación de los detenidos de forma arbitraria y el inicio de un diálogo entre el Gobierno y la oposición, entre otros puntos.

En otro orden de cosas, un libanés resultó herido ayer a causa del impacto de varios disparos efectuados desde el lado sirio de la frontera, mientras esquiaba en el Monte Hermon (noroeste), según aseveraron fuentes militares libanesas.

En base a este testimonio, la víctima, identificada como Antoine el Hajj, se encontraba con tres amigos en el citado monte cuando fue alcanzado en el hombro por las balas.