Considerado por la crítica especializada el solista de trombón más importante de Europa, Armin Rosin (Karlovy Vary, República Checa; 1939) ha actuado en los mejores auditorios y ha dirigido a grandes orquestas por todo el mundo. Este prohombre de las partituras, para quien compusieron piezas Mauricio Kagel o Karlheinz Stockhausen, actuó el pasado viernes en el teatro Guimerá con la banda municipal de música de Santa Cruz, bajo la dirección de Felipe Neri Gil Marrero.

¿La sociedad actual muestra interés por los estilos de música académica?

En casi todo el mundo la situación ha ido evolucionando. Por ejemplo, la primera vez que yo estuve en China fue hace 25 años y era increíble cómo se comportaban los espectadores: hablaban, comían y entraban y salían en medio del concierto. Cuando volví hace cinco años la situación era totalmente diferente. Se puede decir que, en 15 años, la gente sabe mucho más de música y tiene mayor interés.

¿El trombón cuenta con el reconocimiento que merece?

El prestigio del trombón ha crecido mucho en los últimos 25 años. Creo que yo he podido contribuir un poco, dado que fui el primer solista en toda Europa y quien hizo la primera grabación de un concierto sinfónico. Es cierto que, con anterioridad, hubo solistas muy buenos, pero de música sinfónica yo fui el primero. Músicos que rondan los 45 años y que tocan en la actualidad me han confesado que he influido en ellos. Por ejemplo, Christian Lindberg me dijo: "Armin, sin ti nunca hubiera tocado el trombón". No obstante, yo he escuchado sus discos y he querido hacer lo mismo, pues él es un gran trombonista solista y ha ayudado mucho a elevar el prestigio de este instrumento.

¿Cuáles han sido los principales autores que han influido en su música?

Mi deseo era ser director de una gran orquesta y, por eso, toqué el piano durante diez años, aprendí violín, fui a clase de canto... Esto motivó que tuviera muchos profesores y algunos muy buenos. También me han marcado los grandes compositores del siglo XX, como el argentino Mauricio Kagel o Karlheinz Stockhausen, que eran los dioses de la música de vanguardia. Trabajé con ellos e influyeron mucho en mí.

¿Es más difícil dirigir una orquesta o actuar como solista?

Cada cosa tiene sus dificultades. Yo he tocado toda mi vida con orquestas, pero prefiero dirigir. Y es que cuando actúo como solista puedo influir un poco en los músicos, mientras que cuando dirijo puedo hacerlo mucho más.

Ha llevado su música por todo el mundo y durante muchos años. ¿Alguna actuación dejó en usted una huella especial?

Quizá los festivales en Alemania, en los que tenemos un montón de orquestas de primera categoría. Había 213 orquestas sinfónicas cuando Alemania se reunificó, aunque ahora solo existen 180 por motivos económicos.

¿Considera importante que se le dé más protagonismo a la educación musical en los colegios?

Sin duda. También los médicos han descubierto que la parte izquierda del cerebro se desarrolla mejor cuando los niños estudian música. Es muy positivo que los alumnos vayan a conciertos o que pueden acceder a ensayos y conozcan cómo se construye una obra desde el principio hasta el final.

¿A qué puede deberse que en la actualidad muchos jóvenes y gente no tan joven prefieran estilos de música más comerciales en detrimento de estas otras formas más cultas?

No puedo explicarlo. Es ruido, en algunos casos. Se trata de una cosa muy primitiva con la que ganan mucho dinero. Todo lo que tiene valor, como bien puede ser la literatura, ha de ser algo trabajado, y lo mismo pasa con la música. Pero para esto que llaman música no se necesita conocer nada. Hay grupos que tocan bien, como era el caso de los Beatles, que interpretaban una música ligera pero con sentido y buenas ideas. En otros casos, las letras son interesantes pero la música que hacen es muy primitiva. Incluso, en muchos estudios no hay instrumentistas, sino que lo tienen todo grabado.

¿Qué le atrae de las bandas de música?

Normalmente yo actúo como solista o como director de orquesta, pero tengo que reconocer que las bandas españolas tienen algo especial. Ya había actuado con bandas en la Comunidad Valenciana y ahora aquí.

¿Había oído hablar de las bandas canarias?

No sabía de ellas, pero estoy sorprendido por el alto nivel de la banda de música de Santa Cruz y por el talento de su director. Todos sus músicos tocan muy bien y hay en el grupo una atmósfera muy amable. Algo que me ha llamado mucho la atención es que aquí hay gente que sigue trabajando su técnica una hora después de haber terminado el ensayo.