El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha asegurado hoy que "el Gobierno no tiene un plan B" en caso de incumplimiento de los límites de déficit público a los que se ha comprometido con la Unión Europea, sino que su único plan es cumplir la consolidación fiscal y continuar con las reformas.

En una conferencia en el foro Barcelona Tribuna, De Guindos ha querido lanzar un mensaje de compromiso con la senda de ajustes y reformas el mismo día que el consejo de gobierno del Banco Central Europeo se ha reunido en Barcelona.

El presidente del BCE, Mario Draghi, ha pedido hoy a España y otros países que apliquen reformas "ambiciosas" para recuperarse, sin obviar la austeridad fiscal, que se debería apoyar en recortar gastos corrientes más que en subir impuestos o reducir la inversión.

Preguntado por si el Gobierno tiene "un plan B" al incumplimiento del objetivo de déficit marcado por Bruselas - del 5,3% del PIB en 2012 y del 3% del PIB en 2013- , el ministro ha asegurado que el Ejecutivo de Mariano Rajoy "no tiene Plan B, solo un plan A, que es comprometerse" a reducir el déficit público a esos niveles en dos años.

El ministro ha admitido que se trata de un objetivo "duro" y que generará "tensiones sociales", pero a la vez ha insistido en que "no existe otra alternativa" a este plato "que no es de gusto", ya que seguir otra vía sería "mucho peor".

En cualquier caso, De Guindos ha defendido que el ajuste del gasto "tiene que ser compatible con crecimiento económico", y ha subrayado que España vive una situación "excepcional".

El ministro ha asegurado, sin entrar en detalles, que en las próximas semanas el Gobierno dará luz verde a un "plan de privatizaciones de una serie de empresas" y de liberalizaciones de algunos sectores, entre los que ha mencionado el comercial y el del alquiler.

Más allá de estas reformas, que De Guindos ha asumido que pueden pasar factura a la "popularidad" del Ejecutivo, España debe "estabilizar su nivel de deuda" y demostrar que es un "país de fiar", capaz de devolver los recursos que le prestan.

Como anécdota, ha asegurado que, como secretario de Estado en el anterior gobierno del PP, vivió una época en que los españoles ponían "serios" a los alemanes en el Ecofin por romper el pacto de estabilidad, pero que ahora la situación "ha cambiado un poco", por lo que ha apelado a "recuperar el prestigio de España".