El primer ministro británico, David Cameron, y siete de sus ministros recibieron hoy confirmación de que gozarán de un estatus privilegiado al declarar en la investigación de la comisión Leveson sobre el escándalo de las escuchas en la prensa.

El juez Brian Leveson, presidente de la comisión, informó hoy de que había concedido "estatus de testigo central" a los ocho miembros del Ejecutivo que están llamados a declarar en su pesquisa, que analiza los estándares éticos de los medios de comunicación y la relación entre políticos y periodistas.

Este "estatus central", que ya han obtenido otros testigos de la Policía, la prensa o los sindicatos, permite a los interesados estar representados por abogados, hacer alegatos de apertura y clausura y proponer preguntas para interrogar a otros testigos.

Pueden optar a ello las personas que han desempeñado un papel importante en los asuntos de que se ocupa la investigación o que pueden ser objeto de críticas durante la misma o cuando se presenten las conclusiones.

Los miembros del Gobierno que, tras solicitarlo a última hora, han obtenido condición de participantes con trato privilegiado son, además de Cameron, el viceprimer ministro, Nick Clegg, y los titulares de Cultura, Jeremy Hunt; Educación, Michael Gove; Interior, Theresa May; Empresa, Vince Cable; Justicia, Kenneth Clarke, y Economía, George Osborne.

El Gobierno no había solicitado ese estatus especial hasta ahora, cuando se cuestiona la relación entre el ministro de Cultura y el imperio del magnate Rupert Murdoch, al que se cree que el político conservador pudo haber dado trato de favor cuando intentaba adquirir el canal de pago BSkyB.

Pese a que el Ejecutivo presentó su petición fuera de plazo, el juez Leveson accedió a considerarla porque "había precedentes" en ese sentido.

Los miembros del Gobierno, que están representados por el abogado James Eadie, tan solo reclaman uno de los privilegios a los que, con el "estatus central", tienen derecho: poder ver con antelación los documentos relevantes y declaraciones de testigos.

Según Eadie, esto es para que puedan preparar su declaración en los momentos libres de su apretada agenda, y en ningún caso se busca "preparar pruebas".

Entre las comparecencias más esperadas está la de Jeremy Hunt, que deberá defenderse de acusaciones de que apoyaba en privado la oferta de compra sobre BSkyB, sobre la que debía ser imparcial.

Un asesor suyo, Adam Smith, dimitió hace unos días tras reconocer que sus contactos con News Corporation, el grupo de Rupert Murdoch, habían ido "demasiado lejos".

También suscita gran expectación la declaración prevista de David Cameron, amigo personal de varias personas implicadas en el caso de las escuchas ilegales practicadas para obtener exclusivas en el ya clausurado periódico "News of the World".

El cierre el pasado julio de este periódico propiedad de Murdoch, tras la detención de decenas de sus empleados por el caso de las escuchas, motivó que el Gobierno pusiera en marcha la comisión Leveson.

La semana próxima declararán ante esa comisión los exdirectores del "News of the World" Rebekah Brooks y Andy Coulson, ambos amigos del primer ministro y el segundo también su antiguo jefe de prensa.