El biólogo de la Universidad de La Laguna Miguel Molina y la investigadora Marta Bohórquez acudieron hoy al centro de recuperación del lagarto gigante de El Hierro, en el Valle de El Golfo, para supervisar junto a los técnicos del Cabildo de El Hierro la selección de las 12 parejas que pasarán a los terrarios destinados a la reproducción.

El consejero con responsabilidad en materia de Medio Natural, Micheel ángel Acosta, supervisó personalmente estos trabajos encaminados a garantizar la supervivencia de esta especie catalogada a nivel nacional como en peligro de extinción.

El año pasado, en septiembre de 2011, nacieron 96 ejemplares de lagarto gigante de El Hierro en el centro de reproducción que cuenta en la actualidad con 139 ejemplares al pie de la Fuga de Gorreta, espacio natural en el que perviven en libertad 340 de estos reptiles únicos en el mundo.

Los intentos de suelta controlada en libertad de ejemplares nacidos en este Lagartario no han obtenido buenos resultados en el caso de los terrenos comunales de La Dehesa y el parque arqueológico de El Julan debido, entre otras causas, a la acción de los gatos salvajes y los cernícalos, sus principales enemigos naturales.

Si ha arrojado excelentes resultados la suelta en otro de sus hábitat naturales, el Roque Chico del Salmor, donde se contabilizan un total de 125 Gallotia simonyi viviendo en libertad y reproduciéndose con garantías de continuidad.

Tanto los técnicos de la Universidad de La Laguna como los del Cabildo de El Hierro encargados del Plan de Recuperación de esta especie, coinciden en el hecho de que los actuales terrarios se han quedado pequeños para la complejidad de este plan y albergan esperanzas con la futura puesta en funcionamiento del nuevo centro de cría y reproducción en línea más cercana a la costa que se está construyendo en el mismo Valle de El Golfo.

Micheel Angel Acosta recuerda que a finales de este mes se entregarán las obras de la primera fase, con las que se han construido los 18 terrarios exteriores.

Esta obra está financiada por el Ministerio de Medio Ambiente y la colaboración del Gobierno de Canarias y el Cabildo de El Hierro a raíz de los efectos devastadores de las lluvias torrenciales que afectaron a El Hierro en enero de 2007 y que destruyeron parte del centro de reproducción y visitantes.

Acosta recuerda que se trata de una especie emblemática para la isla de El Hierro que aporta, además de sus inherentes valores medioambientales, desarrollo socioeconómico para la isla, ya que de la misma viven muchas familias en El Hierro y se ha convertido en un reclamo turístico científico incuestionable.