Tras un apresurado trámite parlamentario, el Congreso argentino dio luz verde, por una contundente e histórica mayoría, a la expropiación de YPF al grupo español Repsol, en una sesión extraordinaria que se convirtió en una fiesta para el oficialismo.

La Cámara de Diputados convirtió en ley la expropiación por 207 votos a favor, 32 en contra y 6 abstenciones. En concreto, el proyecto contó con el apoyo unánime del Frente para la Victoria (FPV), el partido gobernante, del Frente Amplio Progresista (FAP), y de la Unión Cívica Radical (UCR) y el respaldo parcial del Frente Peronista y la Coalición Cívica, ya que, aunque la mayoría de sus diputados votó a favor, algunos se abstuvieron o se ausentaron. Mientras, el único rechazado unánime fue el de Propuesta Republicana (PRO).

La aprobación de la iniciativa gubernamental dio paso a una auténtica fiesta entre el oficialismo en el recinto del Congreso, abarrotado con invitados de organizaciones afines, mientras en las puertas del Parlamento cientos de militantes celebraron la decisión con cánticos y fuegos artificiales.

La ley expropia el 51% de las acciones de Repsol en YPF, las acciones del grupo español en YPF Gas y declara de interés público nacional y como "objetivo prioritario" el logro del auto-abastecimiento de hidrocarburos.

La votación pone fin al proceso iniciado el 16 de abril, cuando la presidenta Cristina Fernández ordenó la intervención de YPF y anunció el envío del proyecto de ley de expropiación al Congreso para su transformación en ley.

En poco más de dos semanas, el Gobierno logró acelerar la tramitación en el Senado, donde la pasada semana obtuvo una holgada victoria que confirmó que la propuesta sería ratificada en la Cámara Baja.

Para asegurarse el clima de triunfalismo, el Frente para la Victoria abarrotó el recinto y congregó a cientos de personas en los alrededores con pancartas con las siglas de YPF, banderas argentinas e imágenes de Cristina Fernández y su esposo, el fallecido expresidente Néstor Kirchner, para seguir el final de la sesión a través de pantallas gigantes. En el interior, miembros de colectivos de derechos humanos como las Madres y de la Plaza de Mayo, piqueteros, sindicatos y agrupaciones oficialistas, como La Cámpora, que aglutina a las juventudes kirchneristas, arroparon a los diputados oficialistas, que llenaron sus escaños con banderas con las siglas de YPF y portaron distintivos con el antiguo logo de la petrolera.

Pese al masivo respaldo, el debate parlamentario permitió a la oposición advertir a Fernández de que no tiene un cheque en blanco en la gestión de la principal empresa del país.

Mientras la sesión transcurría en el Congreso, en un acto en la provincia de Buenos Aires, la presidenta argumentó: "Me hubiera gustado que quienes tendrían que haber cumplido con el país lo hubieran hecho", agregó en alusión a Repsol. Horas después, firmó la ley de expropiación, arropada por miembros del Gobierno, empresarios y sindicalistas.

En otro orden de cosas, el comisario europeo de Comercio, Karel de Gucht, aseguró que la Unión Europea permanece "plenamente comprometida" para concluir con éxito las negociaciones para firmar un acuerdo comercial con "toda la región del Mercosur" pese al deseo de España de excluir de las negociaciones a Argentina en respuesta a la nacionalización de YPF.