NO FUI al acto de homenaje de Secundino Delgado en Telde, entre otras cosas porque no me gusta la hipocresía. El año pasado ya se vio un intento del nacionalinsularismo oportunista y presupuestario por apropiarse de los símbolos independentistas de una forma absolutamente hipócrita.

Jorge Rodríguez, alias "el Eólico" -tiene en su amplio palmarés haber trabucado todo barco que ha timoneado-, exconsejero de Economía, de Industria, de Empleo y de no sé qué cosas más, nos ha dejado una tasa de paro del 30% y por ello ha sido premiado como viceconsejero de Presidencia. Para él la solución de Canarias pasa por traer más colonos. En su ingenuidad sueña con ser financiero, pero el Estado no le deja. También quiere ser el califa en lugar del califa.

Según me cuentan, Jorge Rodríguez -actual viceconsejero de Presidencia, exconsejero de Empleo y de Industria del Gobierno regional de Canarias- dio un bochornoso espectáculo al subir borracho a la tribuna de oradores y soltar toda una serie de improperios que evidencian su absoluta falta de respeto al verdadero soberanismo y la absoluta hipocresía de los que se autodenominan los "defensores de Canarias".

Entre carcajadas, afirmó que quería "una Canarias grande y libre, pero no fascista". De ser esto cierto, lo primero que tendrían que hacer es dimitir e irse, porque si algo ha caracterizado a estos mediocres e incompetentes es precisamente su fascismo económico.

Jorge Rodríguez afirmó que para él "Canarias ya es libre", con lo cual este personaje o es disléxico y tiene dificultad con el significado de las palabras y la compresión lectora, o está completamente desconectado de la realidad, o tiene una absoluta falta de sensibilidad con los habitantes de esta tierra... o las tres cosas a la vez.

La actitud de Jorge Rodríguez evidencia una vez más la falta de respeto a la dignidad de nuestra historia y nuestra cultura, así como la hipocresía nacionalista de aquellos que solo buscan mantener su chiringuito de poder.

Por sus actos los conoceréis...