El secretario general de UGT, Cándido Méndez, ha afirmado hoy que la decisión del Gobierno de "nacionalizar" Bankia supone el incumplimiento de la "última página" de su programa electoral.

Méndez ha hecho estas declaraciones en una rueda de prensa para presentar las dos quejas que han entregado hoy los sindicatos CCOO y UGT en la Organización Internacional del Trabajo (OIT) contra la reforma laboral del Gobierno.

Según Méndez, a partir de ahora el Gobierno debe ser "tremendamente cuidadoso" cuando justifique sus reformas por la "herencia" recibida del PSOE.

Méndez ha explicado que, antes de utilizar ese argumento, el Ejecutivo debe tener en cuenta que el expresidente de Bankia Rodrigo Rato fue el que inició como ministro de Economía la "burbuja inmobiliaria", que ahora ha acabado engulléndolo.

Para Méndez, con la dimisión de Rato se cierra el "bucle" que permite entender lo que ha sucedido con la recesión brutal que sufre España y que se ha traducido en destrucción de empleo.

Por ello, ha advertido al Gobierno de que sea "cuidadoso" con Rato porque desde 2003 ha alimentado la "burbuja inmobiliaria" cuando decía a los españoles que gracias a los constructores eran más ricos porque tenía pisos en propiedad, y ahora "cae víctima de ella".

El secretario general de Bankia ha alertado de que Bankia es una entidad que provoca un riesgo sistémico no solo en España, sino en Europa, y que ha acabado solucionando el problema de "sobredosis de ladrillo" que tenían las cajas gobernadas por el PP.

Por su parte, el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, ha denunciado que, tanto en la decisión sobre Bankia como en lo que se va a aprobar mañana en el Consejo de Ministros, se está ante un "ejercicio consciente de ocultismo".

Si el Ejecutivo aprueba mañana nuevas exigencias sobre provisiones, se estarán poniendo nuevos "tapones" al crédito y al desarrollo de la actividad económica, ha resaltado Toxo.

El líder de CCOO ha considerado que, una vez más, el Gobierno ha optado por la política de los "hechos consumados" sin haber escuchado al PSOE, con el que pactó la reforma financiera, ni a los sindicatos.

Respecto a la posibilidad de que desde la UE se exija a España que organismos independientes auditen sus entidades financieras, Toxo ha avisado de que sería una "intromisión intolerable".

Toxo y Méndez también han coincidido en que el Gobierno debe dar una explicación "seria y profunda" a la sociedad sobre lo que está sucediendo con el sistema financiero.

Sobre este punto, Toxo ha indicado que serían necesarios 60.000 millones de euros adicionales para sanear de "verdad" el sistema financiero español, que habría que decidir quién lo paga en un momento en que se reduce el gasto en sanidad y en educación.