La actividad en el exterior sostuvo las cuentas de Iberdrola durante el primer trimestre y compensó el retroceso del negocio sufrido en España, una caída que la compañía atribuye a los cambios en la regulación y a la bajada de su producción, sobre todo la hidráulica, por la escasez de lluvias.

La eléctrica, cuyas acciones subían al mediodía el 1,3 %, cifra en 62 millones de euros el impacto en sus cuentas trimestrales de las medidas aprobadas por el Gobierno para atajar el déficit, una cantidad que eleva a 256 millones de euros para el conjunto del año.

Entre enero y marzo, Iberdrola logró un beneficio neto de 1.022,3 millones, el 0,7 % más que en un año antes, mientras que sus ventas sumaron 9.331 millones de euros, con un crecimiento del 10 %.

El resultado bruto de explotación (ebitda) se situó en 2.365 millones de euros, el 4,1 % más, gracias a que el aportado por la actividad internacional creció el 20,4 %, hasta 1.271 millones, y compensó la caída del 10,1 % del generado en España, que bajó a 1.094 millones.

El ebitda creció en todas las áreas de negocio, con subidas del 8,9 % en la actividad regulada, sobre todo por la aportación de la brasileña Elektro, el 2,7 % en la liberada y el 2,8 % en renovables.

En los tres primeros meses del año, Iberdrola produjo 38.145 gigavatios hora (GWh), el 3,1 % menos, lastrada por el descenso del 18,4 % en España, donde su producción hidroeléctrica se desplomó el 63,4 %, la de los ciclos combinados el 51,2 % y la de renovables el 9,4 %.

Las energías renovables aportaron a la compañía un ebitda de 441,5 millones de euros (el 2,8 % más) en el primer trimestre, periodo en el que Iberdrola instaló 345 nuevos megavatios, el 75 % de ellos fuera de España.

Durante la presentación a analistas de los resultados, el presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, ha explicado que su compañía tiene previsto reducir sus inversiones para este año dando prioridad a aquellas con "periodos de ejecución más cortos, mayor rentabilidad y mayor seguridad en los retornos".

Además, para mantener su posición financiera, no descartan vender activos no estratégicos, entre los que ha mencionado el negocio del gas en Estados Unidos.

Galán ha confiado en mantener en 2012 un dividendo en línea con la de 2011 y ha explicado que la compañía mantendrá en sus estatutos la limitación del derecho de voto en el 10 % mientras no se resuelva el proceso judicial abierto por Iberdrola contra la ley aprobada por el anterior Gobierno para eliminar este tipo de blindajes.

En la documentación expuesta durante la presentación a analistas, Iberdrola afirma que está convencida de que el Gobierno restaurará "pronto" la estabilidad y la objetividad del modelo eléctrico, con medidas como la reducción del umbral de acceso a la tarifa eléctrica regulada, a la que están acogidos unos 20 millones de hogares y pymes.

Actualmente, se pueden acoger a la tarifa eléctrica de último recurso (la llamada TUR), los usuarios con potencias contratadas inferiores o iguales a los 10 kilovatios, un umbral que, según Iberdrola, debe rebajarse para avanzar en la liberalización del mercado.

La compañía pide también que el déficit de tarifa, con el que actualmente cargan las cinco grandes eléctricas (Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, HC Energía y E.ON), se reparta entre todos los agentes eléctricos.

Además, aboga por detener la construcción de las instalaciones renovables más costosa, por retribuir todas las actividades reguladas en base a criterios "no discriminatorios" y porque se acelere la titulización del déficit eléctrico, del que están pendiente de colocación 7.000 millones de euros.

Las acciones de Iberdrola han subido hoy un 3,34 % en la Bolsa y han acabado la sesión a 3,53 euros el título.