El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, condenó hoy "enérgicamente" los ataques perpetrados en Damasco, que acabaron con la vida de al menos 55 personas, y pidió a todas las partes del conflicto que vive Siria que se desmarquen de los atentados terroristas que sacuden el país.

Ban reiteró su "urgente petición a todas las partes para que cumplan completamente con sus obligaciones para cesar la violencia armada en todas sus formas y proteger a los civiles, y para que se desmarquen de los atentados indiscriminados y otros actos terroristas", indicó ante la prensa su portavoz, Martin Nesirky.

"Todas las partes deben cumplir con la resolución 2043 del Consejo de Seguridad de la ONU y con el plan de seis puntos (del enviado especial Kofi Annan), que compromete a las partes a alcanzar una solución pacífica a la crisis", añadió el máximo responsable de Naciones Unidas.

El secretario general subrayó además de nuevo "la necesidad de que todas las partes presten una colaboración inmediata y completa a los esfuerzos de la ONU destinados a acabar con la violencia y las violaciones de los derechos humanos" en el país árabe, encarnados en la Misión de Supervisión de la ONU en Siria (UNSMIS).

Ban, que reiteró el compromiso de la ONU por "hacer todo lo posible para lograr esos objetivos", señaló que es primordial que se garantice el acceso humanitario a las zonas más afectadas de la nación y que se inicie un proceso político dirigido por los sirios y que conduzca "a un sistema político plural y democrático en Siria.

Al menos 55 personas murieron este jueves y 372 resultaron heridas por la explosión consecutiva de dos coches-bomba en la periferia de Damasco, según las autoridades sirias, que dijeron haber recopilado además quince bolsas con restos humanos no identificados, por lo que el número de víctimas podría aumentar.

El Gobierno sirio precisó que los dos vehículos, que llevaban más de mil kilos de material explosivo, iban conducidos por terroristas suicidas.

Las autoridades sirias responsabilizaron a "grupos terroristas armados", apoyados por partes extranjeras, de la autoría del doble atentado y aseguró que va a perseguir a los asesinos y a quienes los acojan, por lo que pidió la cooperación ciudadana para capturarlos.

Un equipo de los observadores de la ONU que ya operan sobre el terreno se trasladó para inspeccionar el lugar de los ataques.

Allí, el jefe de la misión, el general noruego Robert Mood, afirmó en declaraciones a los periodistas que "este acto terrorista" no supone una solución a los problemas de Siria.

Los observadores se encuentran en el país árabe para verificar el cumplimiento del plan de paz ideado por Kofi Annan y al que se comprometieron las partes, que estipula un alto el fuego, en vigor desde el 12 de abril, entre otros puntos.

Ban ya alertó el miércoles ante la Asamblea General de la ONU de que el gobierno del presidente sirio, Bachar al Asad, y la oposición disponen de poco tiempo para detener la violencia antes de que se desencadene "una guerra civil a gran escala con efectos catastróficos sobre Siria y toda la región", una de las mayores preocupaciones de la comunidad internacional.