La Sociedad Española de Cardiología estima necesario ampliar las redes regionales de atención al infarto con el objetivo de establecer protocolos para atender rápidamente a los pacientes, informa esta organización.

La extensión de esta medida es una de las cuestiones que se estudiarán en el XV Simposio Internacional de la Sección de Cardiopatía Isquémica y Unidades Coronarias de la citada sociedad que se celebra desde hoy hasta el sábado en Oviedo con la participación de alrededor de cuatrocientos especialistas.

En concreto, durante la reunión se abordará la estrategia óptima frente a los infartos y en particular la necesidad de "universalizar las redes regionales de reperfusión con angioplastia primaria en estos pacientes".

Las redes de atención al infarto consisten en poner en marcha protocolos regionales para atender rápidamente a los pacientes y reabrir lo antes posible la arteria obstruida responsable del infarto mediante angioplastia primaria o tratamiento trombolítico.

La Sociedad Española de Cardiología recuerda que el infarto puede detenerse hasta en el veinte por ciento de los casos mediante una "reperfusión muy precoz".

Advierte de que estas redes no están implantadas de forma homogénea en España, aunque se han puesto en marcha recientemente en Asturias, Castilla-La Mancha y Valencia, se están desarrollando, aunque no se han iniciado, en Madrid y ya están consolidadas en Navarra, Murcia, Galicia, Baleares y Cataluña.

"Es esencial no perder tiempo y está claramente demostrado que un protocolo regional de atención al infarto, que no tiene necesariamente que coincidir con los límites de una comunidad autónoma o con el ámbito de una administración sino con una zona de influencia, beneficia a estos pacientes", informa en un comunicado el presidente de la Sección de Cardiopatía de la Sociedad de Cardiología, José Antonio Barrabés.

Añade que "lo ideal es que, si un paciente tiene síntomas sugestivos de infarto, llame inmediatamente al teléfono de emergencias (061 ó 112) para que se le atienda enseguida y si se confirma el diagnóstico se le dirija rápidamente a un centro donde puedan abrirle la arteria obstruida".

El doctor Barrabés agrega que "todo esto tiene que estar muy protocolizado, ya que es crucial no perder tiempo y llevarle a aquel hospital donde le puedan destaponar la arteria, que no es necesariamente el más próximo, para lo que se requiere la coordinación de muchos actores, médicos, enfermeros y resto del personal sanitario, de los servicios de emergencias, sistemas de transporte sanitario, laboratorios y unidades coronarias".

Por primera vez el simposio, que se organiza cada dos años, incluirá una mesa redonda sobre cuidados cardiológicos agudos en la que se departirá sobre técnicas clave para minimizar las secuelas tras un infarto, como la hipotermia después de un paro cardiaco y la colocación de dispositivos de asistencia mecánica.

La Sociedad de Cardiología destaca que bajar la temperatura corporal reduce las secuelas del infarto cardiaco en el cerebro.

Alrededor de dos terceras partes de los pacientes que sobreviven a un paro cardiaco extrahospitalario presentan un grave daño neurológico debido a las células del cerebro que quedan sin oxígeno.

Al no recibir sangre las células cerebrales, los pacientes que sobreviven al paro cardiaco tienen mayor riesgo de quedar con secuelas neurológicas permanentes, desde déficit ligeros hasta el estado vegetativo.