El experto canadiense Harvey Chochinov ha presentado hoy en Badajoz, en el IX Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cuidados Paliativos (SECPAL), una herramienta para medir el "impacto emocional" e intervenir ante los retos "psicológicos, existenciales y espirituales" a los que se enfrentan los pacientes terminales.

Esta herramienta está diseñada específicamente para afrontar muchos de los retos a los que se enfrentan los pacientes y sus familias a medida que "asimilan la realidad de que una vida está llegando a su fin", ha informado la organización del congreso en un comunicado remitido a Efe.

Tras probarse con pacientes de Canadá, Estados Unidos, Australia, China, Escocia, Inglaterra y Dinamarca, "la terapia de dignidad ha demostrado que no sólo beneficia a los pacientes, sino también a sus familias".

Este experto, el que más artículos tiene publicados en el mundo sobre este tema, ha mantenido que la dignidad no es "únicamente" un tema filosófico, sino también un asunto con "relevancia clínica".

Por este motivo, si el profesional sanitario es capaz de comprender cómo conciben la dignidad los pacientes en el contexto de la última etapa de su vida, "podrán comenzar a implantar estrategias que resalten el sentido y el propósito de los cuidados".

Entre los fundamentos básicos del protocolo de la terapia de dignidad está cómo llevar a cabo la entrevista, cómo obtener información de cualquier respuesta del enfermo o cómo descubrir las técnicas que resultan más atractivas para los pacientes.

También, cómo atenuar la gravedad de los riesgos para pacientes y familias o cómo elaborar el documento de la terapia de dignidad.

La forma de tratar, hablar y valorar a los enfermos terminales tiene una gran influencia en su calidad de vida y satisfacción con la asistencia recibida, según SECPAL.

Así lo demuestran las recientes investigaciones presentadas hoy por el psiquiatra canadiense y director de la Unidad de Investigación de Cuidados Paliativos de la Universidad de Manitoba (Canadá).

Chochinov ha dicho que hasta ahora lo que se ha hecho es utilizar la dignidad como un término "extremadamente politizado", que se ha empleado para apoyar diferentes enfoques del cuidado de los pacientes próximos a la muerte.

Aunque la mayoría de los proveedores de cuidados paliativos entienden la dignidad como un valor global o una meta en los cuidados finales en la vida del paciente, existen pocos estudios empíricos sobre cómo conseguirlo de forma sistemática.