La compañía Transportes Interurbano de Tenerife, S.A. (Titsa) y su comité de empresa alcanzaron un acuerdo ayer, el cual fue respaldado por el 93,2% de los 780 trabajadores que acudieron a las asambleas convocadas a las 8:30 y a las 16:30 horas. Solo 50 votaron en contra y tres emitieron votos nulos. Sin embargo, solo el sindicato mayoritario (tiene el 67%) en el comité de empresa, Intersindical Canaria (IC), firmó el convenio entre ambas partes, no así la restante representación sindical, Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT).

De hecho, ya durante la mañana de ayer fueron los ugetistas quienes formalizaron, vía Semac, la petición de que se anule el acuerdo que regirá a partir de ahora en la empresa de transporte público en guagua propiedad del Cabildo de Tenerife. La causa es que rechazan la implantación del convenio único en la compañía, por entender que no es necesaria la unificación de los que existían en los servicios interurbano y urbano. De hecho, mientras se celebraba la última reunión entre el comité de empresa y la compañía (noche del martes) tuvo lugar una asamblea del sector urbano que rechazó el convenio único por 74 votos en contra, 13 a favor y dos blancos.

En el último momento.- Ayer era el último día que tenían las partes para firmar un acuerdo que evitara la aplicación del expediente de regulación de empleo (ERE) presentado por Titsa el 10 de abril, que hubiera supuesto el despido de 117 trabajadores (113 serían conductores). Y el acuerdo fue suscrito en torno a las 21:00 horas de ayer.

Convenio único.- Titsa logró imponer lo que desde el principio planteó como condición imprescindible para evitar el ERE, que es el convenio único. Con ello, se equilibran las condiciones de trabajo y económicas en toda la plantilla de la compañía pública, que ahora puede aplicar medidas fundamentales con el amparo del convenio y de la reforma laboral.

Sin tocar el sueldo.- Los trabajadores no se verán afectados por la congelación salarial y su sueldo actual no estará afectado por la aplicación del convenio. El planteamiento inicial era que la plantilla perdiera una de las cuatro pagas extraordinarias, pero las seguirán percibiendo.

El único aspecto económico en este capítulo que sí está afectado es el plus de productividad, cuya aplicación ha sido suspendida durante un periodo de cuatro años, pero no lo pierden.

Reducción de jornada.- Al final, el acuerdo entre Titsa y la plantilla contempla que la jornada se verá reducida un 10% para unos 500 empleados de los departamentos de talleres y administración, lo que produce un importante ahorro a la empresa junto a la suspensión temporal del resto.

22 días parados.- Es decir, que los 1.100 conductores y personal de estaciones de la compañía pasarán a la situación de desempleado durante 22 días al año hasta el ejercicio de 2016, periodo de vigencia del convenio y del ERTE. Cabe recordar que Titsa establecía esta medida pero con 15 días de paro para cada empleado, modificándose la propuesta evitando con ello afectar otros conceptos que hubieran repercutido negativamente en la economía de los empleados.

Movilidad.- Otro caballo de batalla para Titsa era desplazar a los empleados en función de las necesidades del servicio sin el coste económico tan elevado que ello le suponía con los convenios que existían. En este punto, la empresa tiene ahora condiciones mejores para actuar.