El Banco Central Europeo (BCE) pronostica que "la inflación se mantenga por encima del 2 % en 2012, debido principalmente a los incrementos de los precios de la energía y a las subidas de los impuestos indirectos" y que bajará de este nivel a principios de 2013.

Así se desprende de su boletín mensual de mayo, publicado hoy, en el que el BCE presenta las proyecciones de expertos y descarta presiones inflacionistas.

Si se tema como base "los precios actuales de los futuros sobre materias primas, las tasas de inflación interanual deberían caer hasta situarse de nuevo por debajo del 2 % a principios de 2013", según el BCE.

El BCE observa que las presiones inflacionistas sobre los precios son limitadas ante la moderación del crecimiento.

"En un entorno de crecimiento moderado de la zona del euro y de expectativas de inflación a largo plazo firmemente ancladas, las presiones subyacentes sobre los precios deberían seguir siendo limitadas", dijo el BCE.

La última encuesta del BCE a expertos en previsión económica muestra que, en comparación con la encuesta anterior, los encuestados han revisado al alza las perspectivas de inflación en 2012 y 2013.

Los expertos prevén una inflación media del 2,3 % en 2012, 0,4 puntos porcentuales más que lo pronosticado anteriormente, y del 1,8 % en 2013, 0,1 puntos porcentuales más que antes.

Estas previsiones son acordes con los intervalos de las proyecciones macroeconómicas para la zona del euro elaboradas por los expertos del BCE en marzo de 2012.

Las expectativas de inflación a más largo plazo (para 2016) permanecen en el 2 %.

Los riesgos para las perspectivas de las tasas de inflación medida por el índice armonizado de precios de consumo (IAPC) en los próximos años continúan equilibrados.

Los riesgos al alza proceden principalmente de subidas mayores de lo esperado de los precios del petróleo y de aumentos de los impuestos indirectos.

Asimismo los riesgos a la baja están relacionados con una evolución de la actividad económica más débil de lo esperado, según el BCE.