La neurocirugía moderna ha logrado "ver el pensamiento" con técnicas que permiten revertir en parte los síntomas del párkinson, el alzhéimer y la depresión profunda, y establecer comunicación con pacientes en coma, que pasan así de un estado "vegetativo" a otro de "conciencia mínima".

Así lo destacó Francisco Robaina, presidente del comité organizador del XVII Congreso Nacional de la Sociedad Española de Neurocirugía, que se inaugura hoy, quien subrayó que con estas nuevas técnicas de neuromodulación quirúrgica el hospital de Gran Canaria Doctor Negrín, donde trabaja, ha tratado desde 2003 a sesenta pacientes con párkinson.

Este congreso cuenta con la participación del experto canadiense de origen español Andrés Lozano, quien informó de que estas nuevas técnicas quirúrgicas se han aplicado para tratar la depresión profunda a 300 personas en el mundo con resultados "espectaculares".

Lozano explicó que la estimulación con electrodos se emplea tanto en los circuitos cerebrales que controlan los movimientos, para tratar el párkinson, una cirugía que se ha empleado hasta el momento en 90.000 pacientes en todo el mundo, y que suele recomendarse a partir de la "luna de miel" que suponen los primeros cinco años de esta enfermedad.

De igual forma, esta cirugía se utiliza para tratar la depresión, la epilepsia y el alzhéimer, a través de la estimulación de los circuitos cerebrales que controlan el ánimo, la tristeza o la memoria, con el fin de aumentar su actividad y permitir así una mejor calidad de vida de estos pacientes.

Lozano comentó que en el caso de la depresión se han obtenido resultados "bastante prometedores" y "espectaculares" en algunos casos, al tiempo que resaltó que estas técnicas se aplican a pacientes que han probado todo tipo de fármacos y psicoterapias y que, sin embargo, siguen estando mal.

Esta cirugía consiste en implantar electrodos en una parte del cerebro que afecta a la tristeza y en la que, en pacientes con depresión profunda, se genera una hiperactividad que ya se ha logrado "ver" a través de tomografías por emisión de positrones (PET), lo que permite actuar en esa zona para disminuir la actividad que genera este trastorno.

El doctor Robaina también resaltó los resultados que está ofreciendo la radiocirugía en el tratamiento de metástasis cerebrales e intercerebrales, que no se pueden operar, lo que conduce al paciente a una muerte segura. Al respecto, el especialista canario explicó que esta técnica permite "atacar a un número importante de estas metástasis", que puede generar un cáncer de mama o de pulmón, "destruirlas o detener su crecimiento, lo que prolonga tremendamente la expectativa de vida del paciente", que, de lo contrario, moriría "en dos o tres meses".