El presidente del Colegio Oficial de Geólogos de España, Luis Suárez, advirtió hoy de que no hay concienciación por parte de los poderes públicos de que antes de ordenar el territorio se deben hacer mapas de los riesgos naturales de la zona, y pidió sacar estos asuntos "de la lucha política".

Así lo ha manifestado Luis Suárez en declaraciones con motivo de su participación en la primera jornada del Consejo de la Federación Europea de Geólogos, que se celebra en Tenerife bajo el lema de "Gestionando los riesgos naturales" y con el objetivo de analizar cómo se trata este asunto en los países más avanzados.

Luis Suárez recordó que en 2011 se produjeron fenómenos como el terremoto y el tsunami en Japón, la erupción volcánica submarina en El Hierro, las inundaciones en el norte de la Península Ibérica y la cuenca mediterránea y el terremoto de Lorca, del que mañana se cumple un año.

Suárez precisó que se trata de concienciar de que las catástrofes naturales "no son un castigo divino" sino que se pueden predecir y acotar para prevenir y minimizar sus efectos, y para ello hay instrumentos de planificación que se aplican en la legislación de países europeos.

En España, detalló, con la legislación geológica ocurre algo "bastante parecido" al resto de normativa, que es "muy buena" pero somos "especialistas" en incumplir las leyes.

"No tenemos conciencia ciudadana de que las leyes están para cumplirlas y cuando ocurren hechos lamentables siempre sale alguien diciendo que hay que cambiar la legislación, cuando lo que hay que hacer es exigir a ciudadanos y poderes públicos que cumplan las que hay", advirtió.

Como ejemplo, el presidente de los geólogos españoles dijo que desde 2008, en el texto refundido de la ley del suelo, se dice que para las nuevas actuaciones urbanísticas debe haber un mapa de riesgos naturales, pero todavía no hay una concienciación por parte de ayuntamientos y comunidades autónomas para exigir que esa disposición sea efectiva a la hora de ordenar el suelo.

Añadió que si con cálculos estadísticos e hidrológicos se sabe que en una determinada parcela hay un riesgo de inundación de en torno a los 5 años de media, se colige que ahí no se puede poner una urbanización, aunque sí quizás para usos recreativos o deportivos.

Antes de proceder a una ordenación urbana hay que analizar el territorio para ver qué riesgos volcánicos, en el caso de Canarias, terremotos, inundaciones, deslizamiento de terreno, disolución de yesos y calizas, riesgos costeros, subsidiencias (hundimiento del terreno en profundidad" y en función de esto hacer una geología preventiva, detalló Suárez.

Reiteró la necesidad de hacer mapas para determinar los problemas potenciales del terreno pero "esto se enfrenta a unas fuerzas económicas importantísimas porque la vivienda se ha convertido en los últimos años en un instrumento especulativo y un instrumento de financiación para los ayuntamientos", por lo que advertir de determinados riesgos "va en su contra".

El problema es que hay dos tiempos, el geológico, de decenas o centenares de años, y el político, que son cuatro, "y si le dices a un político que este terreno se hunde cada cuatro años, este es su tiempo", señaló Suárez, quien pidió "sacar estos asuntos de la lucha política" y apliquen los mapas de riesgos naturales antes de ordenar el territorio.

Añadió que un año después del terremoto de Lorca no se han tomado las cosas "con la seriedad que merecen" y por ello el Colegio de Geólogos de España ha propuesto un pacto de Estado entre gobiernos central y autonómicos, además de los municipios, para elaborar un plan de 10 años de prevención de los riesgos sísmicos en el sur de España con normativa sismorresistente, inspección técnica de edificios y formación a ciudadanos y técnicos municipales.