YA SABEMOS que el rap es un tipo o género con fondo musical "beat" que surge a mediados del siglo pasado en la comunidad afroamericana de Estados Unidos, extendido por todo el mundo. Ya sabemos que suele ser combativo, desafiante y agresivo. Extraído de lo que podríamos llamar barrios urbanos populares, con recitaciones rítmicas, juegos de palabras y poesías, incide sin ningún tipo de filtro, formalidad o tacto con la voz del maestro de ceremonias (MC), sobre los problemas más directos y cotidianos que con nombres y apellidos interpretan a su manera poligonera.

En el país vecino, Marruecos, se ha armado un tremendo lío, con manifestaciones y concentraciones de apoyo o repulsa en muchos sitios, porque el rapero Mouad Belghuat, alias "Lhaqed" (el Cabreado) -miembro activo del movimiento antisistema marroquí 20 de Febrero, que reclama desde hace más un año más democracia y una monarquía parlamentaria-, no para de entrar y salir de la cárcel, "secuestrado" por agentes de paisano "y sin orden judicial", según su abogado, por desprecio a la Dirección General de la Seguridad Nacional (DGSN).

Al "Cabreado" se le acusa de ultraje por una de sus canciones, "Vosotros, los perros": "Yo soy diferente en este mundo normal. ¿Por qué me fastidias? Me molestas. Malditos estereotipos llenando vuestras cabezas. Estoy cabreado. ¡Por favor, márchate! Puedo ver bien dentro de ti toda esa bondad disfrazada. ¿Por qué me trataste así? Has hecho que el odio se quede. Una célula cerrada, nunca podré escapar. De todas las risas, de todo el dolor, ¿qué harías si fueses yo? Nada, probablemente. Solamente continuarías tu camino", en la que, según la acusación, arremete contra agentes de las fuerzas del orden. Además, según su defensa, se le atribuye un fotomontaje que aparece en un vídeo con dicha canción de fondo en la que se ve a un agente de la policía con una cabeza de asno en una manifestación el 22 de mayo de 2011 en Rabat. En otras letras, el Cabreado defiende a los homosexuales: "Soy justo un muchacho lindo viviendo en este jodido mundo. Toda mi vida, ¿quién soy yo? Toda mi vida, ¿soy solo un marica?, ¿marica? ¡Soy un marica!..."; o critica duramente a la institución de la monarquía en Marruecos o la corrupción en su país. Por esto, en concreto lo mantuvieron entre rejas y sin juicio cuatro meses, siendo condenado a otros cuatro de prisión.

Sus manifestaciones, digamos que rebeldes, atentan contra todo lo habido y por haber en un Estado que ha progresado mucho en las últimas décadas, pero que aún conserva una parte de lo que, desde una perspectiva occidental, podría verse como Edad Media.

En las democracias avanzadas, es cierto, cuanto más se deja ver, más se ve y, por lo tanto, más enorme es el horizonte contra el que cualquiera en su libertad puede arremeter. ¿Cuáles son los límites? Las leyes deben regular las distancias cortas; en los espacios abiertos es imposible ponerle puertas al viento. ¿A cuántos raperos habría que meter en la cárcel? Han oído ustedes letras de grupos canarios. Es la palabra o la expresión intelectual la que se alza a su manera, porque el ser humano suele enfrentarse, buscándolos en ocasiones previamente, a sus límites o fronteras, y en los sistemas más avanzados los temas tabúes como el sexo, el poder, la Iglesia, el Rey, Jesucristo o Mahoma son colocados habitualmente en la picota con frases provocadoras o insumisas. "El Estado llama ley a su propia violencia y crimen a la del individuo". Antisistema: "Quienquiera que ponga su mano sobre mí para gobernarme es un usurpador y un tirano y le declaro mi enemigo". Anarquistas: "El Estado es un inmenso cementerio al que van a enterrarse todas las manifestaciones de la vida individual". Que se encuentran integradas en movimientos de mayor rango, en este caso el hip hop, que aglutina varios estilos de rap y también otras muchas manifestaciones, como el grafiti o el "breakdance".

Es síntoma de buena salud democrática aceptar que un rapero "o cualquier otro intérprete de la realidad digan lo que les dé la gana". ¿Denunciarlos, procesarlos?

Hay un partido que ha conseguido veintiún escaños en el Parlamento griego, Aurora Dorada, que pide que la gente se ponga en pie cuando entra su líder, Nikos Mijaloliakos. Dice: "Hay que minar las fronteras para frenar la inmigración".

Pues, también, todos los que les votaron a la cárcel.

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