El delegado del Gobierno en Extremadura, Alejandro Ramírez del Molino, anunció ayer su dimisión porque su puesto es incompatible con la titularidad de la oficina de farmacia que tiene en Badajoz.

Al respecto, explicó que la Oficina de Conflictos de Intereses, que depende de la Secretaría de Estado de Administraciones Públicas, le comunicó la incompatibilidad hace diez o doce días. Posteriormente, Ramírez del Molino hizo una consulta a la Abogacía del Estado, que ratificó la opinión de la Oficina de Intereses.

El delegado destacó que acudió a la Abogacía del Estado para asegurarse si podría haber alguna "excepción" y si, al no dedicarse a la farmacia, podría considerarse solamente como "patrimonio".

El presidente del Gobierno extremeño, José Antonio Monago, le comunicó la noche del jueves la opinión de la Abogacía del Estado, tras lo cual el delegado se reunió con él para explicarle que dimitía.

Ramírez del Molino fue nombrado en el Consejo de Ministros del pasado 6 de enero y desde entonces se ha dedicado "en cuerpo y alma" al cargo y prácticamente no ha "pisado" la farmacia. Aseguró que él es el "primer sorprendido" con el conflicto de intereses, porque, "de haber conocido el problema, habría seguido como diputado en el Congreso", dijo.

Ahora, ha tenido que elegir entre la titularidad de la farmacia y el cargo, y ha preferido su faceta profesional a la política, que considera vocacional.

Mientras, la vicepresidenta del Ejecutivo regional, Cristina Teniente, aseguró que las dimisiones de Ramírez y del consejero de Sanidad, Javier Fernández, que se produjo el jueves, son un "ejemplo que tenía que haberse dado antes".