La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 675 años de prisión para el exdirigente etarra Jurdan Martitegi y el exjefe del comando Vizcaya Arkaitz Goikoetxea por el atentado con una furgoneta-bomba en el cuartel de la Guardia Civil de Calahorra (La Rioja) en 2008, en el que resultaron heridas siete personas.

Así lo solicitó ayer el fiscal Carlos Bautista en el escrito de calificación provisional presentado ante la sección primera de la sala de lo penal de la Audiencia Nacional, que será la encargada de juzgar a los terroristas por estos hechos, y en el que pide la misma pena para el etarra Íñigo Gutiérrez.

El representante del Ministerio Público acusa a los tres de 33 delitos de asesinato terrorista en grado de tentativa, uno de estragos, dos de detención ilegal, otro de tenencia de explosivos y un último de robo de vehículo a motor. Según Bautista, los acusados formaron en 2007 el comando "Askatasuna Haizea", integrado además por Asier Borrero e Íñigo Gutiérrez, desde el que perpetraron dicho atentado en marzo de 2008.

En otro orden de cosas, el fiscal de la Audiencia Nacional Miguel Ángel Carballo pidió que la "tremenda pareja" de etarras formada por Andoni Otegi Eraso, "Iosu", y Óscar Celarain Ortiz, "Peio", sea condenada a 20 años de cárcel por colocar un coche-bomba que explotó el 22 de junio de 2002 frente al hotel Tamisa Golf de Mijas (Málaga).

A su vez, la Fiscalía ha pedido al juez central de Vigilancia Penitenciaria, José Luis Castro que imponga a los presos etarras Fernando de Luis Astarloa y José Manuel Fernández Pérez de Nanclares, a los que concedió la libertad condicional, la prohibición de acercarse a Bilbao, donde residen sus víctimas.