Los "indignados" volvieron a salir ayer a las calles y plazas de las principales ciudades españolas, de forma multitudinaria en Madrid y Barcelona, para revivir en clave lúdica y reivindicativa el espíritu del movimiento del 15M, coincidiendo con su primer aniversario.

Una abarrotada Puerta del Sol de Madrid fue el epicentro de todas las protestas que, con diferente afluencia, se repitieron en las ciudades más importantes de España, con el fin de demostrar la vigencia de esta iniciativa ciudadana que traspasó fronteras en pro de una democracia más participativa.

En Sol, unas 35.000 personas, según fuentes policiales, confluyeron de las cuatro marchas que partieron a mediodía desde distintos puntos de la Comunidad de Madrid, en medio de un fuerte dispositivo policial.

Allí se corearon frases como "El pueblo, unido, jamás será vencido", "Pueblo, despierta, se acabó la siesta" o "Que no, que no, que no nos representan".

Los últimos acontecimientos económicos también se vieron reflejados en muchos de los cánticos y pancartas que portaban los manifestantes: "Banquero ayudado, ladrón indemnizado", "No a la estafa de Bankia", "A nosotros ¿quien nos rescata?", además de otras contra los recortes en la educación y en la sanidad públicas y contra la reforma laboral.

En Madrid se programó un "grito mudo" a las 00:00 horas, pese a que las instrucciones de la Delegación del Gobierno obligaban a desalojar la zona a las 22:00, con la intención de evitar que se repita la acampada en este espacio.

La plaza de Cataluña de Barcelona fue otro de los lugares más concurridos por los "indignados", como ya ocurrió el año pasado, con 200.000 personas, según la organización, y 45.000 según la Guardia Urbana.

En Barcelona, los Mossos d''Esquadra detuvieron a una persona por agredir a un agente de la Guardia Urbana durante la manifestación, en la que se escucharon consignas como "Esto no es una crisis, es una estafa" o "El año pasado fue el de la indignación, este es el de la acción".

La protesta catalana la encabezó una pancarta con el lema "12M-15M. El pueblo somos la solución", a la que siguieron, al igual que en otras ciudades, otras con frases contrarias a los recortes en la educación, la sanidad, las pensiones o los salarios.

En Tenerife, unas 5.000 personas, según la Policía Local, revivieron el espíritu del 15M en la capital, donde confluyeron las "mareas" de colores con los que cada movimiento ciudadano identificó su lucha en favor de la democracia, la sanidad, la educación, el trabajo y otros derechos.

La marcha convocada en Santa Cruz partió desde la Autoridad Portuaria y desembocó en la plaza de España, cercana a la plaza de la Candelaria que el año pasado acogió durante meses la acampada de los "indignados".

En la manifestación se mezclaron niños, jóvenes y mayores, todos detrás de la pancarta "Unidos por un cambio global".

Muchos de los participantes lucieron camisetas de diferente color para identificar la "marea" reivindicativa a la que pertenecían, como la roja en defensa del derecho al trabajo, naranja en favor de los derechos sociales, blanca por la sanidad pública, negra por el medio ambiente, violeta por la igualdad de género y verde por la educación pública.

Además hubo una marea amarilla en defensa de la cultura y otra fucsia por la "asamblea ciudadana constituyente".