Aunque unas pegatinas situadas en los contenedores advierten de las horas a las que hay que depositar la basura, no todos los vecinos hacen caso de estos avisos. Pero este comportamiento invícico puede salir muy caro: 60 euros si te pillan solo una vez y hasta 180 en caso de reincidencia.

Las ordenanzas municipales regulan este tipo de aspectos de la vida pública y establecen una sanción para los infractores. Así, tirar papeles o colillas a la vía pública está sancionado con hasta 451 euros en caso de reincidencia (150 si es la primera vez).

Lo más costoso es que te pillen haciendo pintadas o grafitis en soportes no autorizados (de 902 euros a 2.705) y lo menos, dejar comida en la vía pública para alimentar a palomas, gatos y/o perros (de 30,05 a 150,25 euros).

Las ordenanzas también castigan a los que pegan carteles en soportes no autorizados (de 601 a 1.803 euros); a los que orinan en la calle (de 90 a 270 euros), y causan daños o manipulan contenedores o papeleras (de 301 a 902 euros).

Asimismo, son susceptibles de recibir una multa los que depositan basura fuera de los contenedores (de 150 a 451 euros) y los que vierten palés o escombros de obra (de 601 euros a 1.803).

De hecho, la Policía Local registró en 2011 337 incidentes calificados como "falta de limpieza en la vía pública", que engloban este tipo de infracciones relacionadas con el vertido de escombros de obra.

En general, se produjo un ascenso de incidentes en la vía pública en 2011 con respecto al año anterior. Se alcanzó la cifra de 8.622 servicios, de los que 963 fueron actos vandálicos, entre los que destacan la quema de contenedores y los grafitis o pintadas.

Los agentes realizaron un total de 209 actuaciones por alimentar animales y 778 por deterioro del mobiliario urbano.

Fuentes del cuerpo policial matizaron que en estos casos los agentes lo que hacen es registrar la infracción y hacer una propuesta de sanción a Sanidad, a Medio Ambiente o a la concejalía que corresponda, que es la que tiene la potestad de sancionar.

Así, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife informó el pasado abril de que la Policía había levantado dos actas, de 150 euros cada una, para un ciudadano que arrojaba colillas desde su balcón a los viandantes de la calle Barcelona y a otro que arrojó papeles al suelo en la plaza del Príncipe.

Asimismo, en lo que va de año, el consistorio ha incoado 12 expedientes sancionadores por alimentar animales en la vía pública. Esta infracción, a pesar de ser una de las que menor sanción conllevan, es de las que peores consecuencias tienen.

Dar de comer a gatitos o palomas propicia que se produzcan plagas de ratas, ratones, pulgas y demás animales dañinos. Por eso, el área de Medio Ambiente y Sanidad del consistorio invierte anualmente más de 95.000 en campañas de desratización y desinfección. Más de lo que recauda de los infractores de la ordenanza.