Un equipo internacional de antropólogos ha descubierto en el sur de Francia representaciones de vulvas que, según consideran, son las muestras más antiguas de arte mural conocidas hasta ahora, informó hoy la revista "Proceedings of the Nationa Academy of Scientes" (PNAS).

Las imágenes grabadas en un bloque de piedra caliza de 1,5 toneladas datan de hace unos 37.000 años y, según los científicos, ofrecen una muestra del papel que el arte desempeñaba en las vidas cotidianas de los humanos del período Auriñaciense.

Una docena de arqueólogos y antropólogos de universidades e institutos de investigación de Europa y Estados Unidos, ha excavado durante tres lustros en el sitio del descubrimiento, llamado Abri Castanet.

En 2007 el equipo descubrió el bloque de piedra caliza, con imágenes grabadas, en lo que había sido una caverna ocupada por un grupo de cazadores de renos y los análisis geológicos posteriores mostraron que el techo de la cueva, ahora colapsado, había estado a unos dos metros por encima del suelo.

Mediante el proceso de carbono 14 los investigadores señalaron que los techos con grabados, que incluyen representaciones de vulvas, así como de animales y formas geométricas, y lo artefactos encontrados en el suelo datan de hace unos 37.000 años.

El profesor de antropología de la Universidad de Nueva York y uno de los autores de estudio, Randall White, explicó que "estas expresiones de arte parecen ser un tanto más antiguas que las famosas pinturas de la gruta Chauvet en el sudeste de Francia", en referencia a las halladas en ese sitio en 1994.

"Pero a diferencia de las pinturas y grabados de Chauvet, que se encuentran en sitios muy profundos y alejados de las áreas de vida cotidiana", los de Castanet están relacionados "directamente con la vida diaria dada su proximidad a las herramientas, fogones, la producción de herramientas de hueso y cuerno, y los talleres de ornamentos".

Durante mucho tiempo se ha reconocido al Abri Castanet, el lugar del descubrimiento y a su sitio hermano Abri Blanchard entre los emplazamientos que en Eurasia "han mostrado los artefactos con símbolos humanos más antiguos", señala el artículo.

Entre los objetos que muestran la presencia humana se han hallado dientes de animales y conchas perforados, cuentas de marfil y piedra, tallas, marcas y pinturas en superficies de piedra caliza.

"Los primeros humanos auriñacences funcionaban, más o menos, al igual que los humanos del presente", explicó White.

"Los auriñacenses tenían complejas identidades sociales que se comunicaban mediante la ornamentación personal y practicaban la escultura y las artes gráficas", según White.

La cultura Auriñaciense sustituyó hace unos 38.000 años a la Musteriense y en otros lugares a la Châtelperroniense, en el inicio del Paleolítico superior, extendiéndose desde el sureste de Europa (actual Grecia) hacia el nordeste llegando Italia, Francia y el este de España.

Su nombre procede de la localidad de Aurignac en el sur de francia, pudiendo ser de origen vasco, ya que Aurignac se pronuncia en francés "oriñak", palabra que se asemeja a la voz vasca "oreinak" (oreiñak): ciervos.