ub la palma 72

navarra 78

UB La Palma(14+12+16+25+5). Schaftenar (14), Kloos (4), López (-), Santana (3), Tavares (6), -inicial-, Díaz (7), Martínez (19), Bonhome (-), Sikma (17), Arrocha (-), y Domínguez (2).

Navarra(20+20+10+17+11). Sanz (8), Rakocevic (10), García (11), Narros (5), Starosta (20), -inicial-, Langford (14), Uriz (10), Savitski (-) y Raya (-).

ÁrbitrosPla Giménez y Palomo Cañas. Demasiado exigentes con el UB y muchas "risas" con Navarra. Mal. Descalificaron en los últimos segundos al técnico local, Carlos Frade, por protestar (¿qué le habrá dicho?). Excluyeron a Díaz y Santana. 26 faltas contra La Palma, 19 a Navarra.

Parciales6-9, 14-20, 20-31, 26-40; 34-47, 42-50, 50-54, 67-67 y 72-78 (prórroga).

IncidenciasMultiusos Roberto Estrello ante unos 300 aficionados.

Ya decía la abuela que al final cada uno tiene lo que se merece... Si lo que metes son 300 personas en la grada en el cuarto encuentro de un "play-off" de ascenso a la ACB, que no es igual que luchar por ganar al barrio pobre de al lado, lo justo es irse para casa y replantear el proyecto. Quizás sea mejor estar en LEB Plata o más abajo. Ajustarse a la realidad para no llegar al final "espantando" a la gente con vergüenzas que deben lavarse en casa y solo en casa o deseando perder, aunque te moleste, para no aumentar la deuda. Triste, ¿eh?

El "UB" salió melancólico. Quizás nervioso o tal vez desencantado. ¿Quién sabe? Navarra, más centrado, consciente de las deficiencias mentales del rival (sobre todo si miraba a la grada), no tuvo dificultad para tomar ventaja. El gran trabajo bajo el aro de Starosta y el acierto exterior de Rakocevic pusieron un 10-20. La Palma jugaba a regañadientes, aunque la entrada en cancha de Sikma le dio una vía de escape. Aciertos de Domínguez y Díaz pusieron al primer parón un marcador más parejo (14-20).

Los nuestros (los que se enfundan la elástica) se "murieron" en el segundo cuarto. Ellos son un equipo con cuatro "cositas", siete jugadores (los otros dos casi ni juegan) y un baloncesto simple. Nunca se complican y hacen solo lo que saben. Además, los de dentro (en la cancha) y los de fuera (los que mandan) tienen el mismo objetivo. El acierto del veterano García y el protagonismo de jugadores como Sanz, Langford o el propio Starosta llevaron a Navarra a una diferencia que se antojó definitiva (20-35). Es más, el acierto en las últimas jugadas de Schaftenar impidió que el triple de Narros acabara por golpear en los riñones al honesto grupo de Carlos Frade.

En el descanso, aún piensas que ganarás. La gente del UB tiene esas agallas. La Palma es, el cronista lo piensa, mejor que Navarra y, por ello, también creía que todo era posible. Y luego que buscaran el dinero que donde fuera. ¡Que eso es dirigir! En el tercer cuarto, los isleños mostraron la "patita". Primero no se vino abajo, pese a que Starosta hacía un "traje" a los pívots locales. Sikma también era fuerte delante y quizás "picado" hizo sus mejores minutos. 35-50 (...y sin correr).

En los tres últimos minutos de ese cuarto, el equipo rojo no hizo canasta. La presión, la defensa ajena, errores a la hora de rotar, también al tirar... metió Schaftenar, Tavares y Martínez para colocar un 42-50 que te daba (a los que querían ganar) un "regustito" en el estómago.

A la vuelta, el mismo guión. El público, la poca gente que había, se enganchó al partido. Hasta el "animador" del pabellón perdió la voz exigiendo un último esfuerzo. Ese rato fue atrayente. Navarra se tambaleó, no vio canasta durante varios minutos y el partido se puso 48-50, con aciertos de Martínez y un gran Sikma. Luego, ellos sacaron orgullo y acierto para recuperar ventajas (50-58, 53-61). Faltaban unos diez segundos (más o menos) y el marcador era 61-65. Se levantó Martínez, triple. Falta rápida a Uriz. Metió los dos libres. Te da un calor que la camisa te asfixia. Ataque rápido de La Palma, balón a Díaz y ¡toma triple! 67-67. A la prórroga.

En los cinco minutos extras, Navarra (con 5 jugadores con más de 32 minutos en cancha; en La Palma solo uno) acabó teniendo más aciertos, más ayudas (árbitros) y, sobre todo, dando ejemplo de humildad y deportividad. Antes de celebrar nada, se unieron y miraron al grupo que formaban los jugadores del UB para ovacionarlos. Son unos caballeros.