La bolsa española ha caído hoy hasta niveles de 2003 y la prima de riesgo se ha situado en máximos desde la creación del euro (487 puntos básicos) por la incapacidad de los partidos griegos de formar gobierno y la convocatoria de nuevas elecciones.

El parqué nacional ha perdido el 1,6 por ciento y ha concluido la sesión en el mínimo anual de 6.700 puntos, con lo que se sitúa en niveles de septiembre de 2003. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 21,78 por ciento.

La prima de riesgo ha terminado diez centésimas por encima del cierre de ayer, con la rentabilidad de la deuda española a largo plazo en el 6,32 por ciento.

El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha calificado estos niveles de "inaceptables" e "insostenibles" y ha pedido en Bruselas una respuesta coordinada y conjunta de la eurozona para atajar la situación.

A su juicio las tensiones que sufren los mercados se deben principalmente a la incertidumbre política que se vive en Grecia, y a que los sucesivos fracasos para formar gobierno han puesto en tela de juicio la capacidad del país para cumplir con los compromisos establecidos por el segundo rescate financiero.

En la confianza de recuperar su propia credibilidad ante los mercados, España ha decidido recurrir al Banco Central Europeo (BCE) para que participe en la valoración independiente de la cartera crediticia de la banca española.

El objetivo, ha explicado el ministro de Economía en Bruselas, es disipar las dudas sobre los balances de las entidades a raíz de llamada "crisis del ladrillo" o del sector inmobiliario, gracias a un análisis que concluirá en los próximos dos meses.

En Europa, con el euro en 1,275 dólares, en niveles de enero pasado, Milán bajó el 2,56 por ciento (queda en niveles de septiembre de 2011); el índice Euro Stoxx 50, el 1,06 por ciento; Fráncfort, el 0,79 por ciento (precios de enero); París, el 0,61 por ciento y Londres, el 0,51 por ciento (cotas de diciembre de 2011).

La bolsa de Atenas es la que más ha retrocedido hoy, un 3,62 por ciento, tras cumplirse los peores presagios y fracasar los partidos en la formación de un nuevo gobierno de unidad nacional, lo que ha sido considerado como un "duro revés" por parte del ministro alemán de Exteriores, Guido Westerwelle.

Entre los comentarios crecientes sobre la posible salida de Grecia del euro, de poco les ha servido a las bolsas europeas que hoy se haya sabido que la economía de la Unión se salvó de la recesión en el primer trimestre de 2012, cuando se mantuvo la producción.

Fue gracias al repunte de la locomotora alemana (0,5 por ciento), que permitió compensar los malos datos de otros grandes países como Francia o Italia,

A la herencia recibida -"una deuda masiva, un crecimiento débil, un paro elevado, una competitividad degradada y una Europa con dificultades para salir de la crisis"- ha dedicado sus primeras palabras el recién investido presidente francés, el socialista François Hollande.

A continuación ha puesto rumbo a Berlín para encontrarse con la canciller alemana, Angela Merkel, ante quien quiere defender un nuevo pacto presupuestario que incluya medidas para estimular la economía en Europa.