La prima de riesgo española, el diferencial entre el bono nacional a diez años y el alemán del mismo plazo, se disparó ayer hasta los 478 puntos básicos, lo que supone, al cierre del mercado, la posición más alta desde la implantación del euro.

Las dudas sobre el futuro de Grecia y el sistema financiero español, que necesitará más de 22.000 millones para hacer frente a las nuevas provisiones exigidas por el Gobierno, provocaron que la prima de riesgo se incrementara en 24 puntos básicos. No obstante, durante la jornada llegó a repuntar hasta un máximo de 492.

La rentabilidad del bono español a diez años alcanzó el 6,22%, desde el 6,04% del inicio de la jornada, mientras que su homólogo alemán cerró en el 1,45%.

Pese a este repunte de la prima de riesgo, el Tesoro español logró colocar 2.903 millones de euros en letras a 12 y 18 meses, aunque tuvo que elevar ligeramente el interés de ambas denominaciones.

La bolsa española bajó un 2,66% y registró un nuevo mínimo anual (6.809,40 puntos), hasta un nivel propio de octubre de 2003, afectada por la caída de la banca y por las nuevas provisiones que le ha impuesto el Gobierno, así como por los temores a que Grecia abandone el euro y que empeore la economía china.

Desplome bursátil

El pesimismo se extendió por Europa, donde los retrocesos superaron el 2% en Milán (-2,7%) y París (-2,3%), y se acercaron mucho en Londres (-1,92%) y Fráncfort (-1,82%).

Todos los grandes valores del Íbex bajaron: BBVA un 3,72%, Banco Santander un 3,04%, Iberdrola un 2,88%, Telefónica un 2,51% y Repsol un 1,71%.

Bankia comandó, con un 8,93%, los descensos y saldó la jornada en 1,886 euros, prácticamente la mitad del valor del precio de salida a bolsa del pasado 20 de julio.