La imposibilidad de formar gobierno en Grecia y el anuncio de la celebración de nuevas elecciones legislativas en junio han determinado hoy la caída del 1,6 por ciento de la bolsa española y su descenso hasta el mínimo anual de 6.700 puntos, con lo que se sitúa en niveles de septiembre de 2003.

Con la prima de riesgo en 487 puntos básicos, el principal indicador del mercado español, el IBEX 35, ha bajado 108,70 puntos, el 1,6 por ciento, hasta 6.700,70 puntos, nivel similar al registrado el 30 de septiembre de 2003. Las pérdidas anuales aumentan hasta el 21,78 por ciento.

En Europa, con el euro en 1,275 dólares, Milán bajaba el 2,56 por ciento; el índice Euro Stoxx 50, el 1,06 por ciento; Fráncfort, el 0,79 por ciento; París, el 0,61 por ciento, y Londres, el 0,51 por ciento.

La caída cercana al 1 por ciento de Wall Street el día anterior no evitó que la bolsa española rebotara en la apertura y se acercara a 6.900 puntos.

Apenas afectaban a la evolución bursátil los datos de actividad económica europeos -el PIB de Alemania crecía el 0,5 por ciento en el primer trimestre, mientras que la economía francesa se estancaba. Luego se conocería que la producción en la zona euro tenía el mismo comportamiento que en Francia y la italiana caía el 0,8 por ciento-.

La caída de la confianza inversora en Alemania en mayo -índice ZEW- liquidó la subida de la bolsa, que se acercó hasta los niveles de cierre de la víspera. Mientras tanto, Françoise Hollande accedía a la presidencia del estado francés y poco después se trasladaba a Alemania.

Mientras se esperaba a conocer alguna decisión de la reunión del Ecofín, se publicaban los datos de inflación estadounidenses en abril, donde el IPC, tanto el general como el subyacente, se situó en el 2,3 por ciento -el primero se mantuvo y el segundo creció el 0,2 por ciento-.

El débil crecimiento del 0,1 por ciento de las ventas minoristas estadounidense en abril no impedía que la bolsa española continuara por encima de 6.800 puntos.

Sin embargo, el anuncio de la celebración de nuevas elecciones en Grecia en junio al no conseguir formar un gobierno de coalición liquidaba las ganancias de la bolsa, que bajaba de golpe un 2 por ciento y pasaba de 6.800 a 6.650 puntos.

El alza de la actividad manufacturera en el estado de Nueva York en mayo y el leve crecimiento del 0,3 por ciento de las existencias mayoristas en los Estado Unidos servían para mantener a la bolsa por encima de 6.800 puntos.

Mientras el euro bajaba de 1,28 dólares y Wall Street conseguía moderadas ganancias, la bolsa española concluía la sesión por encima de 6.700 puntos.

Todos los grandes valores bajaron: Banco Santander, el 2,54 por ciento; BBVA, el 2,46 por ciento; Iberdrola, el 2,26 por ciento; Telefónica, el 1,93 por ciento, y Repsol, el 1,34 por ciento.

IAG lideró las pérdidas del IBEX con una caída del 6,35 por ciento, seguida de Gamesa, que retrocedió el 4,35 por ciento, en tanto que Mediaset bajó el 4,19 por ciento, y Sacyr, el 4,16 por ciento.

Subieron cuatro compañías del IBEX: Inditex, el 2,18 por ciento, en tanto que DIA avanzó el 1,04 por ciento; Amadeus, el 0,92 por ciento, y Grifols, el 0,27 por ciento.

El primer puesto por pérdidas del mercado continuo correspondió a La Seda de Barcelona, el 22,58 por ciento, después de presentar resultados, mientras que la inmobiliaria Quabit avanzó el 12,07 por ciento.

La rentabilidad de la deuda española a largo plazo subía 13 centésimas y se situaba en el 6,33 por ciento antes del cierre, mientras que el rendimiento de los títulos germanos subía una centésima, hasta el 1,46 por ciento.

El efectivo negociado se ha situado en 1.858 millones de euros, de los que algo más de 300 fueron intermediados por inversores institucionales.