El Gobierno no desea "calentar" la relación con el Reino Unido ni llegar a "posiciones extremas" en relación con Gibraltar, sino defender lo que considera los intereses legítimos de España.

Así lo han asegurado hoy fuentes del Ejecutivo ante la polémica suscitada por la cancelación del viaje de la reina Sofía a Londres para participar en la celebración de los 60 años en el trono de Isabel II al entender que era "poco adecuado" ese desplazamiento en las actuales circunstancias.

"No se va a dejar de hacer lo que hace un país serio, defender sus intereses", han recalcado las fuentes citadas después de que las autoridades gibraltareñas hayan expulsado a los pescadores españoles de su costa y vetado algunas artes tradicionales de pesca.

El Ejecutivo de Mariano Rajoy recalca que sólo defiende lo que entiende que es la legalidad internacional así como el ejercicio legítimo de la actividad de los pesqueros.

Para el Gobierno, la solución de este problema de pesca pasa por que las autoridades gibraltareñas admitan que los pesqueros españoles faenen sin problemas.

El Gobierno recuerda que el contencioso jurídico con el Peñón no es nuevo y asegura que su postura está en la línea de precedentes similares.

Respecto a la posibilidad de que haya sido tardía la reacción del Gobierno, las fuentes recuerdan que se protestó formalmente cuando se conoció que el Príncipe Eduardo de Inglaterra iba a visitar en junio la colonia y explican que el último paso -la cancelación del viaje de la reina- se ha dado una vez que se han roto las negociaciones pesqueras.