El edificio de la Antigua Escuela de Artes y Oficios, situado en la plaza Ireneo González, languidece sin que a corto o medio plazo haya planes de restaurarlo.

El inmueble, construido en el siglo XIX, fue declarado Bien de Interés Cultural (BIC) en 2008, y en él se desarrollan cursos y actividades de la Sociedad de Desarrollo, de la Concejalía de Cultura y de la Real Academia de Bellas Artes de Canarias.

"Es un edificio antiguo que no ha recibido la rehabilitación que nos hubiera gustado", reconoce el gerente de la Sociedad de Desarrollo de Santa Cruz de Tenerife, Antonio Olivera.

Aunque Olivera reconoce que le gustaría que el inmueble fuera remozado, puntualiza que "hay otros edificios municipales que están en peor estado". Por este motivo, los programas de rehabilitación desarrollados a través de las políticas de empleo están destinados, prioritariamente, a otros inmuebles como la Casa Siliuto o Mascareño.

La Sociedad de Desarrollo asegura que "no existe" ningún problema "que amenace" el funcionamiento del inmueble. Menciona alguna humedad cuando llueve y, sobre todo, la falta de accesibilidad para discapacitados físicos.

"No puedo decir tampoco que esté en unas condiciones excelentes, porque no es así, pero tampoco se está cayendo", apostilló Olivera.

Sobre la accesibilidad, el gerente mencionó un estudio que se hizo para instalar elevadores que dieran acceso a los discapacitados físicos a la entreplanta. "La inversión que supone esto rondaría los 10.000 euros, pero la accesibilidad no sería total", expone, por lo que tampoco se plantea hacerlo por el momento.

Sin embargo, el edificio plantea algunos problemas más. Varios escalones están rotos y en algunas partes de la primera planta puede verse, a través del piso de madera, la planta de abajo. En el patio interior pueden observarse algunas gritas que se inician en la parte más alta del edificio y bajan cerca de medio metro.

En los marcos de las ventanas, se pueden percibir restos de arenilla dejados por la polilla que se está comiendo la madera, un hecho preocupante para un edificio que tiene parte de suelo de la primera planta de este material.

No es la primera vez que el deficiente estado en el que se encuentra este inmueble salta a las páginas de este periódico. En 2006, representantes de la Junta de Personal del Ayuntamiento alertaron de las grietas en el suelo y del desprendimiento de una parte del techo en el piso inferior.

Por otro lado, la convivencia de distintas actividades en este inmueble puede llegar a ser complicada. En la primera planta se desarrollan talleres de teatro y de baile y, en ocasiones, los académicos de la Academia de Bellas Artes de Canarias celebran sus sesiones entre el taconeo de las clases de sevillanas.

El edificio fue una herencia que recibió el Ministerio de Cultura, que a su vez se lo cedió a la Consejería de Cultura del Gobierno de Canarias. Esta firmó un convenio con el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que es ahora mismo quien lo utiliza.

La única condición de esta herencia es que el inmueble se dedicara a la enseñanza. Así, en algunas de sus dependencias se imparten cursos y talleres.

Este edificio pudo levantarse gracias a la suscripción popular, según explicó el presidente de la Demarcación de Tenerife, La Gomera y El Hierro del Colegio de Arquitectos. Se efectuaron donaciones para levantar este imponente inmueble que fue la sede social de Santa Cecilia, la primera sociedad que se dedicó a la enseñanza y difusión de la música en Tenerife.