El Cabildo de Tenerife y el Ayuntamiento de Tacoronte aseguraron el día 12 de noviembre de 2011 que abrirían un turno de tarde en el Centro Ocupacional Naranjos de Luz para atender a los 18 alumnos que no quieren coincidir con dos trabajadores denunciados por presuntos malos tratos, al menos hasta que exista sentencia firme. Seis meses y varios anuncios similares después, la solución al conflicto que se vive en Naranjos de Luz desde julio de 2009 se sigue demorando para desesperación de las familias de más de la mitad de los usuarios.

La apertura vespertina se iba a poner en marcha antes del final de 2011, según anunció el 21 de noviembre el edil de Bienestar Social, Carlos Medina (PSC). Esa previsión no se cumplió. Tampoco la anunciada en una reunión conjunta del ayuntamiento y el cabildo con las familias, a finales de enero de 2012.

En realidad, ninguno de los anuncios de apertura se ha concretado, ni siquiera después de que, en marzo, el fiscal que lleva el caso en el Juzgado Número Dos de La Laguna pidiera en su escrito de acusación dos años de cárcel para los dos trabajadores denunciados por un presunto delito de maltrato habitual.

El edil Carlos Medina declaró hace unos días a este periódico que el expediente para la apertura vespertina de Naranjos de Luz ha sufrido un nuevo frenazo, "debido a que los 60.000 euros que nos aporta el Cabildo solo dan para que el servicio se preste durante cuatro meses". A pesar de los problemas económicos, Medina vuelve a anunciar que su intención es abrir Naranjos de Luz "por la mañana y por la tarde en cuestión de semanas".

"Para evitar que las familias sufran un nuevo parón en septiembre, mes en que se suele cerrar el centro, hemos decidido que si se abre el turno de tarde, no vamos a parar ese mes, sino que funcionaremos ininterrumpidamente durante los meses para los que tenemos presupuesto", apuntó.

Las familias afectadas se sienten engañadas por el Ayuntamiento de Tacoronte y el Cabildo de Tenerife "después de tantas promesas incumplidas". Aseguran que tienen "la moral por los tobillos" y que se encuentran desesperadas después de no poder hacer uso del centro ocupacional "desde que en octubre de 2010 el ayuntamiento decidió reincorporar a dos trabajadores denunciados por malos tratos".

Fuentes de estas familias recuerdan que "existe un proceso judicial abierto por presuntos malos tratos físicos y psíquicos a personas con discapacidad, por lo que no es difícil entender a unos padres y unas madres que no se arriesgan a enviar a sus hijos a un centro donde trabajan dos presuntos maltratadores. Esta acusación se basa en las declaraciones de ocho de sus compañeros de trabajo en 2009, todos los empleados del centro entonces, excepto los denunciados y la novia de uno de ellos, que dijeron haber presenciado empujones, golpes, gritos, insultos, castigos y humillaciones".