La sociedad tinerfeña en particular y Canarias en general lloran la pérdida del investigador histórico, escritor y notario Marcos Guimerá Peraza, quien nació en la capital tinerfeña el 5 de febrero de 1919 y cuyo estado de salud se había agravado en los últimos días, hasta que en la tarde de ayer se produjo el fatal desenlace.

Guimerá Peraza cursó la primaria y el bachillerato en el colegio La Salle San Ildefonso. En octubre de 1934 ingresó en la Universidad de La Laguna para estudiar Derecho. Allí tuvo como maestro de Historia de España a Elías Serra Rafols.

Sus estudios quedaron aplazados por el inicio de la Guerra Civil, en la que participó como telegrafista en el frente del Ebro. Retomó la carrera en 1939 y obtuvo la licenciatura en mayo de 1941. Poco después opositó a notarías ganando las plazas de Güímar, primero, y luego, en junio del 47, la de Las Palmas de Gran Canaria.

Desde marzo de 1955 hasta su jubilación, en 1989, desempeñó la profesión de notario en su ciudad natal, en concreto en su despacho de la calle Teobaldo Power.

Marcos Guimerá Peraza fue también un erudito de las letras con un gran número de publicaciones en periódicos y revistas, así como libros jurídicos e históricos. Fue miembro del Museo Canario, la Real Sociedad Económica de Amigos del País y del Instituto de Estudios Canarios, además de miembro de la Real Academia de la Historia de Santa Cruz. En sus más de cuarenta años de investigación destacó en el análisis de personajes políticos del siglo XIX. Entre sus muchos premios, cabe destacar la Cruz de Honor de San Raimundo de Peñafort, la Medalla de Oro de Tenerife, el "Gánigo" de honor del Hogar Canario de Madrid o la medalla de oro de la Cámara de Comercio. Tuvo 13 hijos con su mujer, Carmen Rosa, conocida por Tota, fallecida en 2001, y 20 nietos. En la descendencia rompió con el pleito insular, sobre el que tanto escribió, pues tuvo seis vástagos en Santa Cruz de Tenerife, seis en Las Palmas y uno en La Laguna. Algunos siguieron sus pasos, ya que Agustín Guimerá Ravina es un prestigioso historiador y Javier, notario. Gran aficionado al bel canto, acudía a las representaciones en Madrid y Las Palmas, y era socio de los Amigos de la Ópera.

Especialista en la figura de José Murphy, artífice de la declaración de Santa Cruz como villa exenta en 1803, hace treinta años le dedicó un monográfico, cuya reedición presentó el pasado lunes.

Cristóbal Robles, historiador y miembro del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, presentó en febrero de 2010 una de las últimas obras de Marcos Guimerá Peraza, "Maura y Canalejas. La difícil reconciliación". Del autor dijo a EL DÍA que "la principal aportación de Guimerá Peraza ha sido en el plano de la historia política, y dentro de la historia política la biografía, y dentro de la biografía la aportación de documentos relacionados con las personas sobre las que ha investigado. Por lo tanto, historia política, biografía y documentación".

"Es una persona muy rigurosa tanto en el tratamiento de la documentación que emplea como en las personas que ha estudiado, porque la documentación suele dar las razones de por qué actuaron de esa forma esas personas. Entonces, como él ha utilizado la documentación también termina siendo respetuoso con las personas", dijo Robles. Entre las obras de Marcos Guimerá, Robles destacó "Pleito insular", como "historia de Canarias y de temas relacionados con el archipiélago, creo que es la más importante. Fundamentalmente, lo que ha hecho es como una especie de historia comparada analizando personajes por parejas, al estilo de Salustio. Un estudio de vidas paralelas".

EL DÍA siente profundamente la muerte de este patriotísimo canario como si fuera el ser más querido y admirado de esta casa, canario cabal, íntegro, tinerfeño hasta la médula, profesional del derecho histórico y autor de inmensidad de horas de investigación biográfica e histórica. Entre sus obras, destaca "Pleito insular" -libro que cuando redactamos esta información tenemos al alcance de la mano y que comentaremos en otro momento-.

El sepelio de Guimerá Peraza tendrá lugar hoy, a las tres de la tarde, en la iglesia de San Francisco de Asís, junto a donde se conserva el monumento que el propio investigador y notario promovió en recuerdo de José Murphy.

Sus hijos, hijos políticos y nietos reciban el pésame desde esta casa por tan triste trance.