TUVIERON que pasar veinticuatro años para que el centro de salud de Los Realejos llevara el nombre del doctor don Joaquín García Estrada.

El actual alcalde de Los Realejos, don Manuel Domínguez González, tuvo que meter la mano en el cajón donde se depositan las peticiones llevadas a pleno, y que no se les da el trámite oportuno tras ser aprobadas, y descubrir que allí había, desde el año 1988, una propuesta para que el centro de salud de este municipio llevara el nombre de tan relevante personaje que tan excelentes servicios gratuitos realizó mientras ejerció la medicina en esta Villa.

Desde ese año hasta la fecha han pasado veinticuatro años desde que un grupo político presentó una moción al pleno con el fin de que se le diera al entonces centro de salud local el nombre del nunca olvidado doctor don Joaquín García Estrada.

Ahora, y para honra del pueblo que le vio nacer y convertirse en uno de los más afamados doctores de la medicina, cuya entrega por su oficio fue total y meritoria de todo elogio, el actual alcalde de Los Realejos, don Manuel Domínguez, ha dispuesto que el nombre de tan ilustre médico tenga allí, en el centro de salud local, una placa en reconocimiento a su valiosa gestión, tal y como en su día se solicitó y sea para siempre recordado como una de las figuras humanas que tanto luchó por sus enfermos sin nunca pedir nada a cambio.

Y como hombre agradecido de su acertada labor humana a favor de los que se vieron atrapados por las enfermedades de aquellos tiempos, es para mí una gran satisfacción ver cómo don Joaquín García Estrada vuelve a estar presente tanto en los vecinos de este municipio como también en aquellos que recibieron su auxilio.

No cabe duda de que la saga de los Estrada en el difícil mundo de la medicina ha dejado un importante cúmulo de recuerdos, de afectos y de inquietudes que nunca se podrán olvidar.

Don Joaquín tuvo la gran suerte de tener como consejero las mismas virtudes de don José García Estrada, su padre, médico que estará siempre presente, y cariñosamente conocido por "don Pepe el Viejo", pero también a otro hijo: don José García Estrada, hermano de don Joaquín, quien desde el campo de la medicina ejerció con total entrega la misma profesión de su padre y hermano.

Los Realejos, que es pueblo de agradecidos, no puede bajo ningún concepto olvidar la saga de la familia García Estrada, que con entrega y sacrificio siempre ha querido estar con los que sufren.

Por todo ello, queremos todos los que nos hemos reconfortado con su medicina y hemos sanado nuestras heridas unirnos a la feliz idea de quien diera el primer paso con la petición ya señalada hace veinticuatro años, y que ahora en justa recompensa el grupo de gobierno municipal del Partido Popular ha querido desempolvar aquella vieja petición que injustamente dormía en algún cajón de nuestro ayuntamiento, y que ahora, después de veinticuatro años de total abandono de los alcaldes que por allí han pasado y que no necesitan nombre, se ha hecho justicia plena y meritoria por un hombre que junto al lecho del dolor y la enfermedad se ganó el afecto, la honra y el cariño de toda la comunidad realejera.

Allí, en aquella reciente mañana, hasta los médicos que prestan sus servicios rindieron su cariño y afecto a un gran médico: don Joaquín García Estrada, hombre que supo, con la ayuda de la Providencia Divina, sanar muchas llagas y heridas.

Vaya para sus hijos y familiares mi alegría más profunda por tantos favores voluntarios que hemos recibido de sus manos bendecidas por Dios para sanar heridas, calmar tempestades y epidemias. Él, como devoto de la Virgen del Carmen, encontró en Ella el bálsamo para cerrar heridas en su nombre.

Solo me resta agradecerle todo lo que hizo voluntariamente por mi familia, y pedirle a Dios lo tenga entre sus elegidos como buen cristiano al que tantos favores le debemos.

Finalmente, agradecer al grupo de gobierno municipal haber logrado con esta placa en su memoria recordar a un gran médico que nunca olvidaremos.