El japonés Shigeru Miyamoto, flamante Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades 2012, se mostró hoy, tras conocer el fallo del jurado, "muy honrado" por un galardón que quiso compartir con todos los que le han ayudado en su carrera.

"Me siento muy honrado al conocer la noticia de que he sido elegido para recibir el premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades", aseguró el creador de videojuegos, de 59 años, en un comunicado remitido por Nintendo, empresa para la que trabaja desde 1977.

"Dado que no he sido capaz de crear un videojuego yo solo, me siento enormemente agradecido por haber sido elegido para recibir este ilustre premio y me gustaría recibirlo en representación de mis amigos y compañeros, con los que he desarrollado videojuegos a lo largo de mi carrera", detalló.

El creador, que se encontraba en viaje de negocios en el momento de anunciarse el fallo, según confirmó un portavoz de la gigante del ocio interactivo con sede en Kioto (centro de Japón), aseguró que en el futuro proseguirá sus esfuerzos para que "los videojuegos no acaben siendo una moda pasajera".

Su objetivo en este sentido es que estos juegos "sean capaces de ofrecer de manera continuada diversión y alegría a personas de todas las generaciones y en todo el mundo", concluyó.

Como jefe de diseño y análisis de Nintendo, Miyamoto, nacido en Kioto en 1952, ha sido el responsable de aplaudidas y multimillonarias sagas como "Mario Bros.", "The Legend of Zelda" o "Donkey Kong" y ha encabezado el desarrollo de la consola Wii, una de las más vendidas de la historia.

Considerado "padre" del videojuego moderno, ha estado detrás de todas las revoluciones tecnológicas que han permitido la expansión global del ocio interactivo y ha promovido modos de juego que han demostrado la potencia de este sector del entretenimiento como fenómeno social y cultural, además de herramienta para el ejercicio mental y físico.

Miyamoto se ha impuesto finalmente a la agencia fotográfica Mágnum y al filósofo parisino y teórico de la educación Edgar Morin, los otros dos candidatos finalistas de entre un total de 21 que optaban inicialmente al Premio Príncipe de Asturias de Comunicación.