La economía del Reino Unido se contrajo durante el primer trimestre de este año un 0,3 por ciento, una décima más de lo estimado previamente, según cifras revisadas dadas a conocer hoy por la Oficina Nacional de Estadísticas (ONS).

Esa contracción económica de enero a marzo confirma la situación de recesión en este país, al sumarse al decrecimiento del 0,3 por ciento experimentado de octubre a diciembre de 2011.

El retroceso del 0,3 por ciento divulgado hoy es superior a la estimación que hizo la ONS el pasado abril, cuando calculó que la economía británica había caído un 0,2 por ciento en ese periodo.

La revisión a la baja se ha debido a que, según los datos más recientes, la actividad del sector de la construcción cayó en esos tres meses un 4,8 por ciento, por encima del 3 por ciento estimado en abril.

En cuanto al sector servicios, que contribuye un 75 por ciento al Producto Interior Bruto (PIB), los datos difundidos hoy confirman un crecimiento del 0,1 por ciento, frente a una contracción del 0,1 por ciento a finales de 2011.

El sector industrial se contrajo en el primer trimestre de este año un 0,4 por ciento, la misma cifra que ya había adelantado la ONS en su primera estimación.

La Oficina Nacional de Estadísticas, que hace hasta tres revisiones de los datos del PIB, difundió también cifras sobre demanda interna, que aumentó un leve 0,1 por ciento en los primeros tres meses del año, frente al avance del 0,4 por ciento de octubre a diciembre de 2011.

El Reino Unido vive su segunda recesión desde 2008, cuando la economía del país se contrajo durante meses a raíz de la crisis crediticia.

Las estadísticas divulgadas hoy son una mala noticia para el Gobierno de coalición entre conservadores y liberaldemócratas, que está bajo presión para impulsar el crecimiento económico.

También aumentan la probabilidad de que el Banco de Inglaterra amplíe próximamente la dotación de su programa de estímulo económico conocido como alivio cuantitativo, en el que de momento ha invertido 325.000 libras (unos 400.000 euros) para la compra de activos públicos y privados.

El pasado martes, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, dijo en Londres que podía ser necesaria una ampliación de ese programa, con el que se quiere dinamizar los mercados de crédito, para impulsar el crecimiento en este país, así como un posible recorte de los tipos de interés.

Aunque Lagarde instó al Gobierno a tomar más medidas para incentivar la economía, también apoyó el plan del Ejecutivo de recortes presupuestarios para reducir el déficit, que se sitúa actualmente en un 6,41 por ciento del PIB.

Las previsiones del Gobierno británico son que el PIB crezca un 0,8 % este año, un 2 % en 2013 y un 2,7 % en 2014.