"Llevo la música mexicana en la sangre porque pienso que Canarias y México la entienden de la misma forma: con una gran alegría, incluso al contar las cosas más tristes". Lo afirma la cantante tinerfeña Irinea Niebla (Icod de los Vinos, 1982), que ha comprobado con "sorpresa y satisfacción" cómo un sello mexicano ha producido su cuarto trabajo discográfico, titulado "Iri Niebla con alma mexicana". La gran ilusión de la ganadora de la primera edición del famoso concurso de TVAC "Quiero ser como Pepe" es poder interpretar en directo sus canciones en el gran país centroamericano, a donde viajará en breve para actuar en distintos escenarios.

Lleva la música en los genes.

Está claro que sí. Mi padre es un parrandero gomero que me llevaba cuando era niña por los "tenderetes" de la isla. Canto casi desde que empecé a hablar y me subí por primera vez a un escenario con seis años en las fiestas de mi barrio, San Felipe.

¿Por qué se decidió por México, y en concreto por el mariachi, como estilo musical?

Lo decidí casi al mismo tiempo que comencé a cantar. La parranda incluye como base ritmos latinos, caso de la cumbia colombiana o el corrido mexicano. A mí siempre me gustó este último género porque soy muy alegre y esta música también lo es. Va con mi forma de ser, con el estilo que intento consolidar a nivel estético y creo que también con el registro de mi voz.

No es frecuente que un disco de una canaria se edite en México. ¿Cómo ha sido este proceso?

Todo ha llegado de manera sorprendente y me llena de orgullo y satisfacción. Contactamos con un productor de Jalisco, le mandamos unos vídeos y él comprobó a través de internet cuál era mi estilo. Le gustó y envié los temas para que editaran el disco. El siguiente paso será ir allí y luego que pueda venderse aquí con el mismo sello o a través de una reedición.

¿Por qué cree usted que existe esa conexión a nivel musical entre México y Canarias?

Creo que los dos pueblos sienten la música de la misma manera, con mucha alegría. Incluso es así en los momentos de mayor tristeza para un ser humano. Somos parranderos y nos gusta la fiesta, bailar y pasarlo bien. Además, la conexión directa llega desde Venezuela, una tierra muy unida a Canarias que ha servido como una especie de correa de transmisión para la música mexicana.

¿Cuáles han sido sus ídolos y referentes en la música y dentro de la canción mexicana?

Debo nombrar a dos de las más grandes: Rocío Dúrcal, en ambas facetas, y Rocío Jurado, como mi auténtico ídolo musical. También entre los cantantes actuales me gusta mucho Alejandro Sanz. En el estilo específicamente mexicano destacaría a tres mujeres: Yolanda del Río, Chayito Valdés y Amalia Mendoza. Sin olvidar los grupos norteños, los de la frontera con Estados Unidos, con sus "narco corridos" que tienen un sonido muy similar al de la orquesta Los Bajip de La Gomera en su momento de eclosión y apogeo en los años ochenta y noventa.

¿Qué tal la experiencia en el concurso "Quiero ser como Pepe"?

Me sirvió para recordarle a la gente que estaba ahí después de un tiempo dedicada a estudiar. Fue en 2008, en la primera de las tres ediciones, y gané uno de los tres apartados del concurso -los otros eran jurado y programa-, el del público; lo digo con orgullo porque me eligió la gente. Aquel tiempo me unió mucho a mi familia, con la que compartía desde la elaboración de las pancartas de ánimo hasta la grabación de los programas. La repercusión fue inmediata e impresionante, por lo que ese verano hice casi sesenta galas. Luego todo ha vuelto poco a poco a su cauce.

¿Aspira a consolidar una carrera profesional dentro del panorama musical?

Para eso me esfuerzo, aunque soy consciente de la dificultad que existe para conseguirlo. Hace tres o cuatro años que me dedico a la música, pero antes tuve un parón en mi trayectoria y estudié la carrera de Bellas Artes. Mi aspiración personal es ser profesional aquí, en México o donde sea, pero ganarme el pan con lo que me gusta hacer desde niña: cantar.

¿Le ha afectado la crisis?

Como a todos, en todos lados y en cualquier sector, no solo en el cultural. Pero lo cierto es que no puedo quejarme porque nunca me ha faltado trabajo. Sigo con mis galas y lo que va saliendo, pero lo más importante es que hago lo que me gusta. Espero ahora poder seguir mi camino con ese viaje inminente a México. Me hace mucha ilusión cantar allí mis canciones y después, quién sabe...