El ministro de Economía, Luis de Guindos, aseguró ayer que la fusión de las siete cajas de ahorros lideradas por Caja Madrid y Bancaja que dio lugar a la matriz de Bankia, el Banco Financiero y de Ahorros (BFA), y su posterior salida a Bolsa "fueron un error" que el Gobierno está en proceso de corregir.

En su comparecencia en el Congreso de los Diputados a petición propia, De Guindos sostuvo que la crisis y nacionalización de Bankia son un efecto del estallido de la burbuja inmobiliaria, que dejó patentes errores de gestión cometidos en el pasado.

En su turno de réplica a los grupos parlamentarios, De Guindos concretó que el nuevo equipo de gestión de Bankia, liderado por José Ignacio Goirigolzarri, analizará esta misma semana, junto al Banco de España, el plan de saneamiento de BFA-Bankia y pedirá los recursos necesarios al Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB).

9.000 millones

Las necesidades de saneamiento y de capital de BFA y de Bankia estarán absolutamente claras en un mes, estimó de Guindos, que minutos antes cifró éstas en al menos 9.000 millones de euros, entre saneamientos (7.100 millones) y capital (1.900 millones).

En este sentido, especificó que el volumen de recursos públicos a inyectar quedará definido en el plan de saneamiento que están acordando los gestores de Bankia junto al organismo que preside Miguel Ángel Fernández Ordóñez.

El Estado inyectará "el volumen suficiente de recursos públicos para que la solvencia y rentabilidad de Bankia queden absolutamente cubiertas", enfatizó el ministro, que aprovechó su comparecencia en la Cámara Baja para lanzar un mensaje tranquilizador a los clientes e inversores de la entidad nacionalizada.

De Guindos recalcó que la conclusión del proceso de nacionalización dará lugar a dos bancos absolutamente controlados por el Estado, y, en este sentido, recalcó que los ahorros de los clientes de Bankia están "absolutamente garantizados".

La entidad es ahora "mucho más segura de lo que era hace un mes antes de su nacionalización", recalcó De Guindos, tras valorar el elevado nivel de liquidez de Bankia, tanto en deuda pública como en activos descontables ante el Banco Central Europeo (BCE).

Por otro lado, lamentó la comercialización de participaciones preferentes ante clientes minoristas de la entidad y se comprometió a buscar una salida lo más adecuada posible. "Nunca se tendrían que haber colocado entre el pequeño ahorrador", sostuvo.

En su comparecencia, De Guindos dejó abierta la puerta a la posibilidad de reconsiderar las subastas de entidades controladas por el Estado hasta conocer la valoración de los balances que harán dos consultoras independientes, Roland Berger y Oliver Wyman, a la banca española. El Gobierno está haciendo "una reflexión" al respecto y "valorando todas las opciones", apostilló.

Según De Guindos, "las opciones abiertas lo que implican fundamentalmente es analizar las ofertas que se puedan presentar por las entidades" que hay que subastar, como CatalunyaCaixa, Banco de Valencia, y quizá Novagalicia.

Cuando se hagan las valoraciones independientes de la banca, "puede tener sentido que consideremos otras alternativas", explicó en la Comisión de Economía del Congreso el ministro Luis de Guindos.