La salida de Grecia del euro provocaría la introducción de controles de capital que paralizarían las transferencias desde y hacia el país y complicaría el comercio transfronterizo, según un informe del la firma Crédito y Caución.

El análisis del operador del Grupo Atradius en España, Portugal y Brasil señala que esta situación daría lugar a restricciones a las retiradas de dinero de los bancos "y a las transacciones en general hasta que se preparase la nueva moneda".

Una vez que se introdujese la nueva divisa, "cabría esperar una depreciación en torno al 50% o superior, lo que afectaría a todas las cuentas por cobrar y a las deudas pendientes con el exterior de compradores griegos".

La operadora de seguro de crédito afirma que el sector bancario griego se vería sometido a una "fuerte" presión, "ya que una proporción importante de sus obligaciones seguirían denominadas en moneda extranjera".

El estudio subraya que las empresas que importan gran parte de sus productos a Grecia y venden dentro del país serían las más afectadas por la salida del euro, pues dependen del acceso a monedas convertibles. "También se verían perjudicadas las compañías especialmente dependientes de la actividad del sector público, ya que aumentará la probabilidad de que éste incurra en impago", señala Crédito y Caución.

Para la filial del Grupo Atradius, las sociedades que están vinculadas o forman parte de una multinacional "parecen menos vulnerables, al igual que las firmas griegas que no dependen de la importación de bienes para su actividad y de las que compran y venden sus productos en el mercado nacional".

Además, la operadora de crédito cree que algunas empresas también podrían beneficiarse a medio y largo plazo de una depreciación de la moneda, "ya que los bienes de importación se encarecerían para los compradores nacionales".