El enviado especial de la ONU y la Liga Árabe para Siria, Kofi Annan, calificó ayer de "crimen espantoso" la masacre en la ciudad siria de Houla, donde el pasado viernes murió más de un centenar de personas, y pidió al régimen "pasos efectivos" para resolver la crisis por vías pacíficas.

Annan, que viajó ayer a Damasco, confesó estar "impactado" y "horrorizado" por los hechos. "Fue un crimen espantoso y el Consejo de Seguridad (de la ONU) lo ha condenado", dijo el enviado internacional.

En este sentido, Annan recordó que el Consejo de Seguridad ha ordenado que se investigue lo sucedido, ya que "los responsables de esos crímenes brutales deben rendir cuentas".

El emisario de la ONU agregó que su plan de seis puntos para dar una salida a la crisis debe ser aplicado de manera global y "esto no está ocurriendo".

"Espero tener conversaciones serias y francas" con el presidente sirio, Bachar al Asad, agregó.

El plan de Annan estipula, entre otros aspectos, un alto el fuego, la retirada de las tropas de las ciudades, la liberación de los presos políticos, la entrada de ayuda humanitaria y el inicio de un diálogo entre autoridades y oposición.

Aunque el alto el fuego lleva en vigor desde el pasado 12 de abril ha sido violado sistemáticamente por las partes.

Sobre el terreno se encuentran desplegados actualmente casi 300 observadores de la ONU (desarmados) para verificar el cumplimiento del plan, dentro de la llamada Misión de Supervisión en Siria, cuyo mandato de 90 días expira en julio próximo.

Desde Ginebra, la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay, dijo que el régimen de Bachar Al Asad no puede utilizar la excusa de la "defensa contra el terrorismo" para intentar justificar crímenes como los ocurridos en Houla, en tanto que adelantó que ese acto puede constituir un crimen contra la humanidad.

El presidente francés, François Hollande, y el primer ministro británico, David Cameron, mantuvieron ayer una conversación telefónica en la que acordaron actuar juntos para incrementar la presión contra el régimen sirio y convocar una reunión en París del grupo de amigos del pueblo sirio.

"La locura mortífera del régimen de Damasco representa una amenaza para la seguridad regional y sus responsables deberán responder de sus actos", añadieron Hollande y Cameron, quienes recalcaron que "a todo el mundo le interesa que haya una transición democrática que responda a las aspiraciones de la población".

Mientras París y Londres culparon de la matanza al régimen sirio de Bachar al Asad, Moscú repartió las responsabilidades entre el Gobierno y la oposición.

El ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguei Lavrov, dijo que la provincia siria de Homs, donde se encuentra Houla, "está controlada por la guerrilla armada y rodeada por las fuerzas gubernamentales" y agregó que los hechos deberán ser investigados por la misión de observadores internacionales de la ONU.

China condenó también en los "más firmes términos" la matanza en la ciudad de Houla.