El "proyecto Lázaro", que gestiona Cáritas Diocesana de Tenerife y que anualmente atiende a una media de 70 personas afectadas por el VIH/sida, se encuentra en peligro de echar el cierre, tal y como dio a conocer ayer la organización social en una nota de prensa.

El proyecto, dirigido a personas con sida que no tienen hogar y que viven en una situación de vulnerabilidad social, lleva 17 años prestando servicios de acogida y realizando una intervención biopsicosocial personalizada con el fin de generar el empoderamiento personal, social y laboral de aquellas personas afectadas por el virus, sus familiares y amigos, siendo el único en la Comunidad Autónoma de Canarias que realiza esta función de acogida.

A través de este programa se llevan acciones tales como cobertura de necesidades básicas, acompañamiento y seguimiento individualizado (psicosocial, sanitario, laboral y familiar), asesoramiento jurídico, actividades de formación y ocio, de sensibilización y coordinación interna y externa, entre otras.

El 33% por ciento de las personas que son atendidas por el "proyecto Lázaro" son acogidas en el centro. El 50% son familiares o amigos de estas personas con VIH/SIDA y el 27% son usuarios que reciben atención externa.

Los recortes de los últimos años han obligado a Cáritas a prescindir de personal. Pese a esta situación, ha visto en la crisis una oportunidad para el cambio y para intentar entender y abordar el VIH/sida como parte de un todo en el que también están incluidas otras problemáticas sociales y de salud que crean desigualdades entre las personas que la padecen, potenciando la coordinación con otras entidades y asociaciones.

Desde la organización han querido hacer un llamamiento a las entidades públicas sobre la necesidad de destinar fondos para la prevención de la enfermedad y asistencia de estas personas.